De las vallas y el desdén, al diálogo abierto en Cancún
Pocos lo hacen, muy pocos se atreven. Algunos por miedo, otros por prepotencia y altivez. Lo cierto es...
Pocos lo hacen, muy pocos se atreven. Algunos por miedo, otros por prepotencia y altivez. Lo cierto es que cada vez son menos las autoridades que dan la cara, así, de frente, para buscar soluciones a problemas sociales. Ver a la gente a los ojos y juntos hacer propuestas. Pocos lo hacen, y menos aún en medio de una manifestación de gente quizá enardecida.
Pero lejos de amedrentarse, la alcaldesa Ana Paty Peralta dejó la oficina y salió a la Plaza de la Reforma para afrontar la realidad de miles de personas que viven muy lejanas del paraíso que Cancún brinda a unos cuantos, a los privilegiados.
Y así, en medio de la turba, de decenas o cientos de personas que exigían certeza jurídica a su patrimonio, ahí, frente a Palacio Municipal, apenas se lograba atisbar la delicada figura de Ana Paty, quien de inmediato fue rodeada por los quejosos.
Se trató de una nutrida manifestación de habitantes de las colonias Valle Verde, Santa Ana, Porvenir y Chiapaneca, entre otras, con quienes logró entablar un diálogo, luego de escuchar quejas y reclamos de decenas de personas, todas al mismo tiempo.
Se expuso, sí. Se la rifó –como se dice ahora-, también.
¿Qué le dio valor? Si lo más fácil es no hacer caso, como lo hacen muchos, o bien, enviar a un personero, como lo hacen otros. De ahí la relevancia del hecho, del acto.
Que Ana Paty hizo gala de valor, cierto, de ese valor que sólo lo da la confianza, la misma confianza que brinda el hacer las cosas bien, por la derecha. Porque la alcaldesa sabía que el hecho de ir ella en persona, como la máxima autoridad en Cancún, y dialogar de frente para buscar soluciones, sin aspavientos, crea un clima de seguridad a los manifestantes.
Atrás quedaron las vallas prepotentes de Roberto Borge o el desdén de Joaquín Hendricks y Carlos Joaquín. No más...
Ana Paty abrió el diálogo y sorprendió a los propios manifestantes. Primero puso orden para escuchar las demandas, las justas demandas, y entonces presentó soluciones, propuso una mesa de trabajo para avanzar en la regularización de sus predios y así acceder a los servicios de agua, energía eléctrica y vialidades...
La primera autoridad municipal se acercó con los ciudadanos a quienes propuso avanzar en un proyecto de regularización de estas colonias, a través de los procedimientos legales y voluntad política para garantizar una vivienda digna para los ciudadanos.
“Atiendo a todos siempre. Es la primera vez que el gobierno atiende colonias que han sido olvidadas, tenemos que ir poco a poco, pero con certeza”, enfatizó.
Reiteró que el gobierno municipal invertirá recursos históricos, de aproximadamente 200 millones de pesos para la regularización e infraestructura, buscando atender y mejorar 213 colonias irregulares que hay en la ciudad.
Es todo un procedimiento, en el que se requiere la donación de las tierras, obtener los títulos de propiedad para cada uno de los habitantes, quienes deben tener todo en regla para ser parte del Programa de Regularización.
En lo que va de su administración, Ana Paty ha entregado, junto a autoridades estatales, un total de 168 escrituras a vecinos de las colonias Sacbé, Las Norias, San Alfredo, México y Cedro; y firmó un convenio de colaboración interinstitucional con la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) y la Secretaría de Gobierno del Estado, para la aplicación de estímulos fiscales dentro del Programa de Regularización para el Bienestar del Municipio de Benito Juárez, que tiene por objetivo regularizar la tenencia de la tierra y dotar de servicios públicos para el bienestar de las familias cancunenses.
Finalmente se acordó con los ciudadanos invitar a autoridades federales y estatales a una mesa de trabajo el próximo sábado 22 de abril, para dar seguimiento y acordar los procedimientos necesarios, a fin de dar puntual solución a las peticiones.
Así, con voluntad política, se abre una nueva esperanza para miles y miles de familias en Cancún. Ahí la trascendencia del evento.
Bien bajado ese balón.