Restos de animales: ingrediente clave de estos alimentos

Algunos de los comestibles más populares en la dieta mexicana tienen preparaciones poco apetecibles.

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La morcilla está hecha de sangre de cerdo sin coagular. (www.ocio.net)
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Agencia
CANCÚN, Q. Roo.- Seguro te imaginas de qué está hecha la morcilla, pero ¿alguna vez te has preguntado de qué está hecho el surimi, el helado o una gelatina? Estos alimentos  tienen componentes que podrían quitarte las ganas de volver a consumirlos.

A partir de mayo en las guarderías que opera el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Quintana Roo, se modificó el menú de los menores con el objetivo de mejorar la calidad de los alimentos que ingieren. Entre los alimentos eliminados están precisamente muchos de los que verás a continuación.

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Aquí te dejamos una lista, publicada en el portal web ocio.net, de algunos comestibles que en su elaboración incluyen ingredientes que pueden no ser muy agradables.

Morcilla

Su componente mayoritario es la sangre del cerdo sin coagular. Durante su elaboración se lavan las tripas del animal con jabón y limón para que no quede ningún olor desagradable y después de rellena la morcilla, junto con sal, azúcar, cebolla, ajo o arroz. El proceso continúa cuando se vuelve a colocar en las tripas del cerdo y se hierve añadiendo en muchas ocasiones huesos de la cabeza del animal.

Gelatina

La hay de todos los colores y tienen muchos beneficios: no llevan conservantes y es un alimento rico en proteínas. Lo que probablemente ignorabas es cómo se prepara el polvito al que se le añade agua para después convertirse en lo que comemos.

Se trata de una mezcla de colágeno de tejido de animales que sirve para dar forma a la gelatina, es decir, piel y huesos triturados de la vaca que dan como resultado la oseína, que deberá mantenerse en cal unas cinco o diez semanas. Después esta mezcla se dejar enfriar hasta que se solidifique. 

Queso crema

Este tipo de cremas se suelen usar para las tostadas o bocadillos. Su principal problema es que es una bomba calórica, además de no ser apropiado para el colesterol ni la hipertensión por las grandes cantidades de sal que contiene.  Está hecho a base de lácteos fermentados a los que se les añade leche, nata y una serie de aditivos y sal. 

Palitos de cangrejo

Los palitos de cangrejo, también llamados kanikama, tienen en realidad muy poco de este crustáceo, por no decir nada. Están hechos de surimi, una sustancia que se obtiene de un picadillo de músculo de carne de pescado blanco, que se hace gracias al lavado repetido de diversos tipos de productos marinos, como la merluza, la caballa o el bacalao.

Estos pescados se mezclan para retirarles todas las escamas, espinas, piel, vísceras y sangre y después se enfrían y calientan, sucesivamente, unos 40 minutos. Al terminar, solo queda una pasta blanca a la que se le tiene que añadir los aditivos para su conservación, además de almidón, sal, potenciadores de sabor, azúcar y otros productos escasamente naturales. Cuando se tiene todo mezclado, solo queda congelarlo y darles ese color rosado característico a base de colorantes.

Queso en rebanadas

Están elaborados a base de lácteos fermentados, queso y colorantes alimenticios que le dan ese aspecto amarillento.  Su sabor está a años luz del de los quesos naturales. Además, la leche con la que se hacen no está bien procesada en algunos casos, algo potencialmente peligroso para el organismo.

Paté

Hay que diferenciar entre paté y foie gras. El primero se consigue de una mezcla de vísceras de animales, como la vaca, el cerdo o el pollo, añadiendo harina, especias, leche y aditivos para su conservación. Tan solo lleva un poco de hígado, para darle el suficiente sabor.

Sin embargo, el foie gras, que es mucho más caro que el paté, está hecho íntegramente de hígado de pato, oca o ganso, aunque el proceso para conseguirlo no es muy agradable. Se les alimenta excesivamente, hasta que engordan de forma abusiva, para que tengan un hígado mucho más graso de lo habitual.  El consumo de ambos productos debe hacerse con cautela, ya que ambos son muy calóricos y no resultan saludables si se consumen frecuentemente.

Helados

Los más cremosos obtienen su textura de un aditivo llamado carragenina, que se obtiene de las algas marinas. Aunque este ingrediente está incluido como mucho entre un 5% y un 10%, es muy importante a la hora de darle la cremosidad.  Entre el resto de los componentes podemos encontrar hielo, frutas, leche, grasa, aceites, y, sobre todo, las grandes cantidades de azúcar, aditivos y colorantes.

Salchichas

Las venden como carne de pavo o de vacuno, pero lo cierto es que la mezcla que tienen dista mucho de ello. La cruda realidad es que están hechas con restos de animales, como el estómago y el hocico del cerdo, el labio e hígado de la vaca, o el bazo del cordero. Al final, lo que menos contienen es carne.

Por si esto no fuera poco, también necesitan de una gran cantidad de potenciadores de sabor, colorantes y mucha sal. Su textura cremosa es fruto del agua fluorada, a lo que se le tiene que añadir almidón, jarabe de maíz, colorante rojo sodio y polifosfatos. 

(Imágenes de www.ocio.net)

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