Redacción/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La delincuencia continúan haciendo de las suyas en la capital del Estado, por segundo día consecutivo asaltaron con armas blancas y de fuego un local comercial dedicado a la venta de medicamentos.

Para llevarse un botín mayor y en efectivo, los ataques se han dado por la mañana, tras la colecta de la jornada laborales completa, mientras que policías municipales y estatales realizan rondines de vigilancia.

Ayer por la mañana, autoridades policiales fueron informadas sobre el robo a farmacia, ubicada sobre la avenida Plutarco Elías Calles con Calzada Veracruz, de la colonia Barrio Bravo.

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Fue alrededor de las 7:40 de la mañana amantes de lo ajeno llegaron a bordo de una motocicleta y a punta de pistola le gritaron a las empleadas que entreguen el efectivo.

En el lugar se entrevistaron con una de las empleadas quien relato los hechos y posteriormente la invitaron a realizar la denuncia los hechos ante la fiscalía general del estado, mientras que elementos de la dependencia realizaban recorridos en los alrededores en busca de los sospechosos, sin embargo no se encontró indicios de estos.

Esta situación es la que se vive en la capital de Quintana Roo y en donde las autoridades continúan laborando en la investigación de los casos.

Con cuchillo y pistola en mano concretan robo de farmacia

Par de ladrones amenazaron con arma de fuego al empleado de una farmacia de cadena comercial, en la colonia Solidaridad. Se desconoce el monto del robo, sin embargo las autoridades investigan el caso en busca de los responsables.

Elementos de la Policía Estatal patrullaban la zona de manera rutinaria, sin embargo los delincuentes aprovecharon unos minutos sin vigilancia para amenazar a los empleados y robar el monto de las ventas de un día anterior.

Los hechos ocurrieron en una farmacia situada en avenida Erick Paolo Martínez esquina con Polyuc, donde armados con cuchillo y pistola, amagaron al encargado para que no opusiera resistencia.

De acuerdo con información preliminar, los obligaron a tirarse al piso para apoderarse del dinero en efectivo que tenía en la caja registradora y luego darse a la fuga en una motocicleta con rumbo desconocido, llevándose un botín del cual se desconoce monto.