Efectivos de la Policía Federal Ministerial y de Migración, escoltados por policías estatales, se dieron a la tarea de trasladar a los ocho antillanos detenidos la víspera, mismos que permanecían en las instalaciones de la subdelegación de la PGR de Chetumal, hasta la estación migratoria, donde los extranjeros cumplieron con el procedimiento establecido para su deportación.

 

Inicialmente se manejó que partirían en el vuelo comercial de la empresa Interjet e, incluso, que serían trasladados al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, pero finalmente no hubo un proceso penal y las autoridades federales acordaron deportarlos de inmediato por considerar que se trataba de sujetos de alta peligrosidad. Con ellos partieron también cuatro agentes del INM involucrados en la evasión de indocumentados registrada el pasado 4 de diciembre en la estación migratoria de esta capital. Los cubanos recapturados en Felipe Carrillo Puerto forman parte de ese grupo.

 

El avión de dos turbinas propiedad de la PGR, arribó al Aeropuerto Internacional de Chetumal al filo de las 14:00 horas y los extranjeros indocumentados fueron transportados desde el INM en patrullas pick-up de la Policía Municipal Preventiva (PMP) en medio de un importante dispositivo de seguridad.

 

Más tarde, en los mismos vehículos, los presuntos traficantes de personas, Humberto López García y Francis Plata Torres, hombre y mujer, respectivamente, también fueron llevados hasta el aeropuerto, pero directamente desde la subdelegación de la PGR.

 

Sin embargo, las celdas del INM debieron quedar ocupadas por al menos una docena más de caribeños, porque los primeros datos filtrados por los propios detenidos hacía referencia a 29 ilegales que permanecían en el sitio desde el mes de octubre, cuando en las costas de Isla Mujeres naufragó una endeble embarcación proveniente de Cuba y luego, en la misma ínsula, fueron asegurados otro puñado de caribeños ilegales.