Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Una persona que practica deporte y a la vez ingiere bebidas alcohólicas y fuma, está deteriorando su salud, a tal grado que con el tiempo desarrollará problemas hepáticos, de páncreas, cáncer, enfermedades del tubo digestivo o daño al corazón.

Mario Edgar Galeana García, endocrinólogo del Centro Médico Cancún, mencionó que dichas personas mantienen al organismo más acelerado de lo normal. Explicó que el hecho de realizar una actividad física no representa garantía ante los efectos nocivos de los malos hábitos, sino todo lo contrario, es contraproducente debido a que el ejercicio como tal genera un esfuerzo en el cuerpo.

El alcohol actúa como diurético y durante la práctica deportiva propicia que aparezca un cuadro de deshidratación por falta de minerales y vitaminas, además de bajo rendimiento. Con todo esto, explicó el especialista, el hígado puede presentar una lesión durante el ejercicio, convirtiéndose entonces en una actividad peligrosa.