Tenían que suceder una serie de huracanes, inundaciones, deslaves y sismos para que el país entrara en una dinámica cuyo objetivo, para los partidos políticos se traduce en quién se adelanta a los demás y ganar adeptos para su causa electoral del año venidero; así surge la propuesta de un partido para eliminar el financiamiento para su partido y destinarlo a ayudar a los damnificados afectados por los elementos naturales.

El Instituto Nacional Electoral, INE, en voz de Lorenzo Córdova responde de inmediato la imposibilidad de donar dinero para los procesos electorales, puesto que la Legipe lo prohíbe, sin embargo la propuesta cunde como una epidemia político – electoral y el PAN eleva una iniciativa para disminuir hasta un 25 por ciento del financiamiento ordinario y eliminar las prerrogativas de octubre a diciembre para las campañas de todos los partidos y aportarlas a instituciones de ayuda a los afectados por los terremotos de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Puebla, Morelos, el Estado de México y la Ciudad de México.

Ahora bien: como respuesta Enrique Ochoa Reza, Presidente del CEN del PRI, anuncia la renuncia de su partido al financiamiento total y propone eliminar plurinominales y el fuero Constitucional; nada más ni nada menos que algo que venía proponiéndose como medidas para implementar la verdadera competitividad y ganar adeptos creyentes en las bondades del inicio de una incipiente democracia y se termine con demagogos sinvergüenzas ladrones.

¿Por qué sacar raja? Pues porque en pleno proceso electoral iniciado el 8 de septiembre, ante los conflictos internos del PAN, la creación de una organización que aglutine a varios partidos y de cobijo a los protagónicos aspirantes que serán enviados a la congeladora, la desgracia de miles de personas sin hogar y la pérdida de sus bienes, se cree firmemente en la posibilidad de reivindicación electora.

Para un Presidente de figura y ejercicio gubernamental que propala los beneficios de las reformas estratégicas pero cuyo final se convirtió en el deterioro de la economía personal de la mayoría d los mexicanos, la derrota electoral para el PRI y asociados en coalición se veía inminente. Los desgraciados sucesos recientes de los huracanes en el Golfo y el Atlántico, seguidos de terremotos en Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Puebla, Estado de México y Morelos, vienen a oxigenar el impulso de concientizar a la sociedad afectada, y en lo general que en el fondo no son tan malos y merecen otra oportunidad.

En Quintana Roo, la XV Legislatura, el Ieqroo y los partidos políticos que ya han operado reformas Constitucionales para adecuadamente ganar con auxilio de la Ley Estatal y ganar Ayuntamientos en el 2018, ¿qué harán ahora cuando la actitud de los partidos nacionales han decidido eliminar las prerrogativas, financiamiento ordinario y de campaña, plurinominales y el fuero Constitucional que para los Diputados locales tendrá efectos hasta 2019 para que puedan hacer de las suyas impunemente.

Qué más podremos ver cuando las fechas para reformas Constitucionales Federal y Estatales están impedidas por Ley, puesto que todas ellas se deben sujetar a los 90 días antes del inicio del proceso electoral correspondiente; Lorenzo Córdova ahora acepta que sí se puede destinar los dineros para partidos políticos para ayudar a los afectados por los drásticos fenómenos naturales; parece una trampa insalvable, porque pasar por una ley constitucional y obtener raja electoral no garantizará certeza, legalidad y honestidad en la elección de 2018; lo demás se lo dejamos ¡Al tiempo!