Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Luego de que varios sectores productivos de Quintana Roo alertaran sobre las afectaciones que las altas temperaturas estaban generando en sus actividades agropecuarias, el miércoles pasado por la noche se presentaron las primeras lluvias de la primavera, luego de casi dos meses de ausencia.

Los sectores ganadero, cañero y apícola informaron que las precipitaciones han dado tregua para que 60 mil cabezas de ganado no se encuentren en riesgo; 20 mil hectáreas de caña puedan ser cosechadas la siguiente zafra y cerca de 500 productores apícolas podrán iniciar la cosecha de sus colmenas dentro de 20 días.

Wilbert Gutiérrez Castillo, presidente de la Unión Ganadera Regional (UGR), detalló que las lluvias que se presentaron en diversas regiones a partir del martes y miércoles por la noche, han abonado a la producción agropecuaria, debido a que los pastizales pudieran beneficiarse por el agua que recibieron.

También te puede interesar: ¡Insólito! Graniza en el sur de Quintana Roo

“Con las recientes lluvias los pastos podrían tener una leve recuperación, luego de casi dos meses de seca, por lo que con el agua que han recibido podrían aguantar hasta el inicio de la temporada de precipitaciones, que prácticamente iniciará a mediados o finales de este mes. Además, también los jagüeyes han podido recuperar parte del agua que habían perdido, pues la sequía había generado que sus niveles descendieran”, detalló Gutiérrez Castillo.

Afirmó que apenas hace dos días se había reportado la muerte de un animal a consecuencia de la falta de agua en el municipio de Bacalar, por lo que sería el primer deceso a causa de la sequía.

En el sector productivo de la caña de azúcar, Gabriel Rivas Canul, presidente de la Asociación de Productores Cañeros A.C., explicó que debido a las lluvias, las cerca de 20 mil hectáreas que se preparaban para la próxima zafra podrán resistir a la llegada del ciclo de precipitaciones, sobre todo, siete mil hectáreas de tierras rojas que se encuentran en los ejidos de Pucté, Álvaro Obregón, Sabidos y Cacao que eran las más necesitadas del vital líquido.

Rivas Canul dijo que el principal riesgo era que las 20 mil hectáreas de superficie de siembra tuvieran graves afectaciones.