Detienen en Belice a tres pescadores furtivos mexicanos
El juez determinó multarlos con 710 dólares beliceños, unos cuatro mil 600 pesos, a cada uno; 500 dólares por realizar pesca ilegal, 200 por carecer de la licencia de pesca y diez por gastos de la corte.
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Ernesto Neveu/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Un trío de pescadores mexicanos que realizaban su labor de captura en la Reserva Marina Bacalar Chico y la reserva silvestre de Cayo Ambergris, en Belice, fueron sorprendidos por la policía costera y detenidos por transgredir las leyes de protección al medio ambiente vigentes en aquél país.
La información dada a conocer a través de la Embajada de México en Belice, señala a Basain Cruz, Ambrosio Emilio y Norberto Cruz, acusados por pesca ilegal en el Tribunal de la isla de San Pedro, a cargo del magistrado Sherane Rodríguez.
Los detenidos se declararon culpables del cargo. Debido a que los mexicanos inculpados no tienen antecedentes criminales en Belice, y tratándose del primer delito cometido en ese país, el juez determinó multarlos con 710 dólares beliceños, unos cuatro mil 600 pesos, a cada uno; 500 dólares por realizar pesca ilegal, 200 por carecer de la licencia de pesca y diez por gastos de la corte.
El Fiscal de Pesquería, Immanuel Westby, declaró al periódico beliceño Amandala, que los mexicanos detenidos afrontaban esos dos cargos, pero trascendió que los pescadores no cuentan con dinero para pagar las multas, por lo que podrían pasar al menos siete meses en una prisión de Belice.
“Debido a que son mexicanos, se les dijo que tenían que pagarlo de inmediato y cuando salí de la corte no podían pagar. Hablé con el señor Miranda, de la Embajada de México, y dijo que se puso en contacto con las
familias y son gente muy pobre y no puede pagar las multas. Así que, como resultado, creo que estarán pasando unos siete meses en la cárcel central”, dijo Westby al semanario.
El funcionario de Pesca explicó que las reservas marinas beliceñas se establecen en tres zonas: una zona de uso general, que es accesible para personas de básicamente cualquier actividad permitida por la ley; una zona de conservación en la que las actividades no extractivas tienen lugar, y una de conservación en las que no
hay absolutamente actividades que puedan llevarse a cabo. Los tres hombres estaban haciendo su pesca dentro de la zona de conservación.
Pero además, Immanuel Westby dijo que cuando llegó a San Pedro se enteró de que el Departamento de Inmigración también estaba presentando cargos en contra de los tres mexicanos por entrada ilegal en territorio beliceño.
Precisó además que todo el producto marino obtenido por los pescadores mexicanos estaba en el mismo barco, cuyo capitán logró escapar con el botín hacia México, dejando a los tres pescadores a su suerte.
De acuerdo con Amandala, los pescadores nunca fueron secuestrados, tal y como trascendió a autoridades mexicanas, pues al enterarse del asunto, la Guardia Costera se abocó a la búsqueda de los supuestos extraviados, a quienes hallaron en San Pedro, pero acusados por delitos ambientales.