Ella se dedica a 'vestir santos', y lo hace con amor

Con motivo del Día de la Candelaria María de los Ángeles confecciona los atuendos para las efigies.

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Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Hace 25 años que María de los Ángeles Montero Mejía dedica parte de su tiempo a vestir Niños Dios sin cobrar un centavo, actividad que ha convertido en una tradición familiar. Este año fueron casi 100 figuras a las que les hizo su atuendo.

Angelita, como la conocen, inició esta labor a petición de una comadre, quien le pidió ‘vestir’ a su Niño antes de llevarlo a misa un 2 de febrero, hace mucho tiempo, y desde entonces año con año el número de niñitos para vestir va en aumento.

“Empecé con uno y ahora, bueno hasta ayer había vestido 94 niñitos, pero hoy en la mañana vendrán más antes de llevarlos a bendecir a la iglesia, y de los tamales me llegarán unos cinco niños más”, indica. 

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Sus hijos forman parte importante de este trabajo, porque a lo largo de un año, van adquiriendo algunos accesorios como huaraches, coronas, bastones, maletines, medallas, que se utilizaran de acuerdo al atuendo que se elija la propietaria del Niño. 

"Este año el más popular fue San Benito, pero también hay del niño de la Salud, de San José Obrero, San judas Tadeo, del Sagrado Corazón"

Además, también dedican parte de su tiempo para ayudar en la vestimenta, sobre todo colocar los accesorios y en algunos casos dar un retoque a la pintura de la efigie.

“Este año el más popular fue San Benito, pero también hay del niño de la Salud, de San José Obrero, San judas Tadeo, del Sagrado Corazón, y muchos otros. Es la primera vez que hago un traje del Niño Doctor, al que se le incluyó hasta su maletín de médico”, relata.

Labor ‘tediosa’ y de vocación

Mencionó que no es un trabajo fácil, por el contrario, es bastante “tedioso”, sin embargo, lo realiza con mucho amor y devoción. 

“No, cobro porque lo hago con mucho cariño, con amor, con fe. No me gusta que me den dinero por este trabajo, pero debo decir que muchas personas también me traen accesorios, o revistas de donde sacar los nuevos modelos, listones o telas de colores. Hay quienes me traen los tamales el 2 de febrero”, dice.

Confió en que el próximo año pueda continuar con esta costumbre, que además une a su familia, y espera que no se vaya a perder la tradición de levantar, vestir y llevar a Bendecir a los Niños Dios el Día de la Candelaria. 

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