Joaquín Tamayo
MÉRIDA, Yuc.- La vida y obra de Don Andrés García Lavín (1929-2007) constituyen una aventura fascinante, un magnético ejemplo de perseverancia, una legítima expresión de coraje y audacia para navegar a contracorriente, y demuestran cómo sus principios y valores influyeron en todos aquellos que directa o indirectamente estuvieron vinculados a su persona.

La férrea seguridad en sí mismo, junto con la confianza en su intuición, hicieron de él un espíritu libre, agradecido y justo en los diferentes ámbitos de la existencia: como hijo, esposo, padre, hermano, amigo, empresario y comunicador. Al fin y al cabo, como hombre, en toda la extensión de la palabra.

“Lo único que tengo es lo que soy. Lo que uno tiene es lo que uno da”, explicó en su libro de memorias “Todos estos años”, publicado en 2002.

Ahora, a una década de su muerte, poco podríamos entender de Yucatán y del sureste del país sin su presencia visionaria y su voluntad humanista.

Tuvo, sin duda, la vocación del pionero. Del predecesor. No en balde, fundó el primer canal de televisión en la entidad (entonces Canal 3), la primera estación de frecuencia modulada (Estéreo Maya) y el primer periódico a color (Novedades de Yucatán), sólo por mencionar algunas de sus aportaciones más significativas.

Por todo ello, su legado tangible e intangible mantiene la flama de su memoria tan viva como antes. El más importante corporativo en medios de comunicación de la península (SIPSE), innumerables proyectos ya hechos realidad, e incluso una avenida con su nombre, dan testimonio de su fructífera trayectoria siempre en favor del progreso y del crecimiento propositivo de una sociedad como la yucateca. Tan es así que su ya lejana idea de crear un grupo multimedia es hoy una realidad inminente en todas las plataformas de comunicación.

Los medios, un destino

Hombre de hechos, de acciones concretas y soluciones prácticas y sensibles, solía decir que el orden y la previsión son factores determinantes para lograr el éxito en cualquier modalidad. Gracias a esa disciplina, a ese respeto y dignidad por sí mismo, logró levantar (desde muy joven) un concepto que hoy representa el liderazgo y el desarrollo en el mercado de la comunicación no sólo regional, sino de todo el sureste de México.

Hijo del doctor Andrés E. García Arana y de doña Victoria Lavín Escalante de García, Don Andrés García Lavín nació en Progreso el 24 de agosto de 1929. Creció rodeado por sus hermanas Aída Teresa, Enna Victoria, María Teresa y Míriam del Carmen en un ambiente de profunda cordialidad y compromiso solidario. Contador Público egresado del Instituto Politécnico Nacional, se graduó en 1954 con la tesis “La proyección de cálculos financieros en la contabilidad”. Sin embargo, desde algunos años antes, precisamente el 31 de agosto de 1950, Don Andrés García Lavín ya había participado en la transmisión inaugural de la televisión mexicana, a través del entonces Canal 4, en el cual laboraba como integrante del departamento de administración. El IV Informe del Presidente Miguel Alemán Valdés fue el motivo de aquella primera transmisión.

Lo cierto es que su nombre quedó para siempre en el registro del memorable episodio. De algún modo, su relación con los medios de comunicación había comenzado a prefigurarse. Fue como una predestinación de Dios, señaló años después.

Don Andrés García Lavín trajo los primeros equipos de televisión a Yucatán, para que con denuedo y apoyado por socios y colaboradores, en 1963 dieran inicio las transmisiones de la señal de XHY Canal 3 (hoy Canal 2) y en 1992 fundó la televisora de Cancún, Canal 13 TVCUN, hoy líder en esa región de Quintana Roo. En los siguientes años su incansable capacidad emprendedora lo llevó a crear y consolidar una red de canales de televisión y radiodifusoras, así como casi una decena de periódicos, aglutinados en el consorcio de comunicación más grande e importante del Sureste del país, Grupo SIPSE: Servicios Informativos y Publicitarios del Sureste. “El nombre, finalmente, fue una buena idea de mi amigo Alfonso Martín Vázquez”, recordaba Don Andrés, siempre agradecido.

A lo largo de su trayectoria como contador público y empresario, García Lavín rechazó numerosas invitaciones para ocupar cargos públicos, candidaturas políticas por la alcaldía de Progreso (de donde era originario) y diputaciones, pues siempre mantuvo su convicción de promover la empresa como generador de riqueza social y de empleos.

Su filosofía empresarial basada en la confianza, la creatividad y el talento de sus recursos humanos le aseguró el éxito del emporio empresarial de Grupo SIPSE.

“Su obra posee el respeto de quienes lo han tratado. Muchas de las ventajas que hoy gozan los periodistas se deben al proyecto de libertad informativa de García Lavín”, dijo alguna vez Gonzalo Castellot Madrazo, cuando fungía como secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión.

“Era dueño de un temple firme y cuando se lo proponía, sabía ser un individuo disciplinado, institucional, aunque no por ello iba a permitir malos tratos ni a tolerar actitudes que minimizaran o ningunearan su persona”, recordó su hijo Gerardo García Gamboa.

“Siempre he tenido la idea de que la gente, cualquier persona, merece todo nuestro respeto”, fue la frase que caracterizó a Don Andrés García Lavín en su trato con los demás y que dibujó a lo largo del tiempo el carácter de sus seis hijos.

García Lavín fue parte fundamental para contribuir y sacar del aislamiento en que vivía Yucatán en los años sesentas respecto del resto del país y creó desde 1962 una infraestructura de medios que hoy posiciona a SIPSE como líder peninsular en la producción de programas de radio, televisión y edición de diarios.

Sus relaciones con los señores Rómulo O’Farrill Silva y Rómulo O’Farrill Jr, así como con Jorge Suárez Díaz y Gonzalo Castellot Madrazo, en los inicios de la televisión mexicana, y posteriormente con Emilio Azcárraga Milmo, permitió a Don Andrés García Lavín el desarrollo y consolidación de la televisión en la región Sureste.

Así, conservando esa entrañable amistad con Rómulo O´Farrill y su familia, fundó el 3 de abril de 1965 el periódico Novedades de Yucatán (hoy Milenio Novedades) con titulares sobre el genocidio en Vietnam, como una alternativa de lectura, con una política editorial centrada en la pluralidad y el servicio comunitario, rechazando la condescendencia con intereses partidistas, la diatriba o la denuncia sin sustento.

En 1974 consolidó también el conglomerado de medios impresos al fundar y dirigir los periódicos: Novedades de Quintana Roo, en Cancún; Novedades de Campeche, en Campeche, y Novedades de Acapulco, en Guerrero. En 1982 funda Novedades de Tabasco, en Villahermosa, y en 1992, como se ha dicho ya, fundó la Televisora de Cancún, Canal 13.

A los 75 años de edad, ya con la salud quebrantada, Don Andrés renovó sus ánimos para acelerar la marcha de Grupo SIPSE en el segmento de los medios impresos y encabezó la cruzada para abrir en 2004 una nueva empresa periodística, el diario De Peso en Yucatán, al que le siguieron De Peso en la zona norte de Quintana Roo, y De Peso Chetumal.