Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Quintana Roo.- Francisco Granados  Nava, director del Hospital General, pidió a la ciudadanía confiar en la labor que realizan, pues pese a las limitaciones, trabajan para para salvaguardar la integridad física de los pacientes.

Así respondió el galeno por el caso de un menor de seis años, que fue ingresado el jueves con un severo dolor abdominal y que fue valorado inicialmente en urgencias, posteriormente por el área de pediatría, y al último por cirugía; los tres doctores descartaron apendicitis pese a la insistencia de la madre, Monserrat Rueda Martínez.

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“¿Qué generó esta situación? La señora nos insistió en hacer un ultrasonido. Sí tenemos, pero solo tenemos radiólogo para turno matutino y otro para vespertino de lunes a viernes. Así que ante la insistencia de la mamá ella lo sacó para hacer un ultrasonido, y la interpretación que le dieron donde se lo hizo es que se le había reventado el apéndice”, narró Granados Nava.

Sin embargo esa interpretación médica fue errónea, pues el sábado por la noche le practicaron una tomografía al menor para descartar por completo ese falso diagnóstico, y se confirmó el diagnóstico que le dieron a la madre desde el viernes: adenitis mesentérica, inflamaciones de ganglios que provocan dolores abdominales y pueden generar infecciones intestinales.

“El niño está fuera de peligro; nunca lo estuvo, está tranquilo, es un caso clínico, no requiere intervención quirúrgica, el dolor tiene que ceder y este lunes lo valoraremos para ver si ya se puede ir a casa. Pero este tipo de casos los vemos todos los días, y pedimos que confíen en lo que hacemos aquí, que estamos para velar por la salud de los pacientes”, solicitó el también cirujano pediatra.

Granados  Nava pidió a la ciudadanía confiar en el trabajo que realizan para salvaguardar la integridad física de los pacientes, y pese a las preocupaciones familiares, no crear caos y cambios en la observación clínica que sí podrían incidir en la salud del interno.

“Tenemos un equipo de doctores que está muy bien preparado, capacitado, y con cada uno de los casos que nos encontramos damos lo mejor de nosotros para que salga bien, pero si un familiar viene y se lleva a su paciente porque considera que no damos un buen tratamiento y luego nos lo regresa eso sí podría poner en riesgo la salud”, dijo el galeno.