Teresa Pérez/SIPSE

CANCÚN, Q. Roo.- A ritmo de batucada inició el desfile ayer por la tarde sobre la avenida Tulum. Familias completas llegaron a presenciar las comparsas y los carros alegóricos. Centenares de niñas, niños, jóvenes y adultos se postraron sobre los camellones centrales para observar con alegría a las bailarinas que a ritmo de samba incitaban al espectador alucinado a bailar.

 

Los rayos del sol atravesaron las pieles de los visitantes, que preparados para el evento, se colocaron bloqueadores de sol, buscando la sombra de las palmeras de la avenida Tulum. Los cancunenses cantaron, bailaron y silbaron al ritmo del tambor. Padres bailaron gustosos con sus hijas, entre risas y gritos de carnaval; grupos de familias aplaudieron cuando pasaron los reyes, las comparsas y los carros alegóricos.

 

En su cuarto día de carnaval, la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito de Benito Juárez, en conjunto con personal de la Cruz Roja y Protección Civil cubrieron la logística del evento. Personal de Tránsito estimó que para este domingo la afluencia de personas que visitaron el carnaval fue de 20 mil aproximadamente. Hicieron cortes vehiculares en las avenidas (Tulum, prolongación Cobá, Bonampak, López Portillo, Chichén Itzá y bulevar Luis Donaldo Colosio), ocasionando gran carga vehicular.

 

De la Región 96, las chicas del merengue prepararon durante una semana su comparsa. Catorce jóvenes entre los 10 y 17 años de edad ensayaron cinco horas diarias. Blanca Lobo Sánchez, de 15 años de edad, dijo estar agradecida por haber participado en el carnaval.

 

Durante dos horas de desfile las bailarinas, las botargas, los zancudos, los de la batucada, los que prefirieron ser luchadores o traer a Cancún a personajes como la vecindad del Chavo o madres que recorrieron el desfile con sus bebés en carreolas, todos ellos, sonreían a los espectadores. El rey y la reina saludaban a su público que enarbolado les aplaudía sin parar.

 

Sobre la avenida Bonampak, niños desesperados saltaban, escuchaban a lo lejos que las comparsas se acercaban, el sonido del tambor hizo que la gente se abarrotara sobre los camellones, todos querían observar el desfile en primera fila. En contraste la plaza de Malecón Américas no tuvo la misma afluencia que días anteriores. Gente que se encontraba en la plaza salió presurosa a las calles a esperar el desfile. Los reyes llegaron al Malecón Tajamar.