La tienen en sus manos, pero...

Como si fuese un ciervo congelado por la linterna del cazador en un claro de la selva, el Ayuntamiento de Othón P. Blanco está a merced de la oposición (PAN y PRD), como doncella sometida por el grandulón, como una jugosa manzana al alcance de la mano.

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Como si fuese un ciervo congelado por la linterna del cazador en un claro de la selva, el Ayuntamiento de Othón P. Blanco está a merced de la oposición (PAN y PRD), como doncella sometida por el grandulón, como una jugosa manzana al alcance de la mano.
 
Nunca antes el Ayuntamiento capitalino había estado en situación tan vulnerable, ya que los ediles de extracción priista han sido con sus actos los principales promotores de una oposición que tiene en este escenario de desastre la oportunidad de sus vidas, difícilmente repetible.
 
El municipio capitalino es un caos; ahí predomina el desaliento, ya que resolver lo inmediato equivale a hipotecar el futuro a la vuelta de la esquina. En suma, un escenario de desolación con culpables impunes a partir del ex alcalde Andrés Ruiz Morcillo, con quien la deuda aumenta a niveles sin precedentes, insostenibles a estas alturas.
 
De hecho, la manifestación de trabajadores sindicalizados que exigieron el pago de la segunda parte del aguinaldo debe encender los focos rojos en el PRI, ya que se trata de un sector que ha sido fiel al Revolucionario Institucional, pero cuando se afecta el bolsillo se agota la paciencia.
 
En cualquier capital esta situación tendría a la oposición en pleno abordaje, casi con la alcaldía en la bolsa. Pero Othón P. Blanco es un caso aparte, ya que aquí el proyecto de oposición ha sido muy tibio, ya que sus figuras con sus contadas excepciones han partido del hecho de que las regidurías son lo único que se puede cosechar.
 
Inexistente el PRD en Chetumal, el PAN es el único partido que cuenta con tres aspirantes sólidos: Mario Rivero Leal, José Hadad Estéfano, William Sousa Calderón. Y por el lado de potenciales candidatos independientes han alzado la mano Víctor Zapata Vales y Mahfud Safar Teyer, pero sus limitantes consisten en el tema del imprescindible dinero, de sobra para el candidato del PRI.
 
Aunque PAN y PRD formen coalición, está sería funcional en municipios como Benito Juárez, pero en esta capital será un membrete nada efectivo, a menos que se seleccione un candidato con potencial y muy bien respaldado financiera y políticamente por ambos partidos, haciendo a un lado las envidias por el hecho de que no sea de su partido.
 
Esto lo padeció y mucho Roberto Erales Jiménez cuando fue candidato de la coalición PRD- Convergencia a diputado federal por el distrito con cabecera en Chetumal, en el proceso de 2006. En ese proceso los perredistas lo apoyaron de dientes para afuera, ya que lo que predominó fue el boicot generalizado.
 
Es remota la posibilidad de que el PRI sea exigido al máximo en la elección que se avecina, por lo que puede darse por hecho que conservara la silla municipal capitalina, aunque ya su ventaja será mucho menor, nada cómoda. 
 
El próximo alcalde priísta tendrá una encomienda excesivamente complicada: deberá lidiar con una deuda descomunal y con un desorden en todas las líneas, como si hubiese sido atizado por los peores enemigos de la capital.
 
En cambio, si la oposición apuesta por fin en serio en el sur, dejando por la paz las regidurías que son su principal motivación, entonces estaríamos ante un escenario sumamente interesante, y con una silla en el aire. Pero hasta ahora las aguas están apacibles para el PRI, mientras el Ayuntamiento capitalino enfrenta la peor crisis de su historia, con un alcalde desaparecido que ha dejado las riendas en manos del Tesorero Joel Sauri Galué, quien tiene en estos momentos la encomienda más complicada de su historial.
 
Muere don Policarpo Aguilar
 
Mi amigo Javier Venegas me reportó el fallecimiento de Don Policarpo Aguilar, el autor de “vengan de donde vengan, vengan a Chetumal”.
 
El deceso ocurrió este domingo en Bacalar a las 5 horas. Una dolorosa pérdida para Quintana Roo. Descanse en paz ese personaje tan singular.

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