Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Los más de 50 costales que aseguraron las autoridades federales y navales la madrugada del pasado miércoles pesaron aproximadamente 620 kilos, estas venían ocultas en un camión de mudanza de la empresa Castores. A raíz de la detención del operador de la unidad, su acompañante y vendedores de droga, se aseguró una bodega en Bonfil con más pastillas de anfetaminas.

La bodega asegurada, la tarde del pasado miércoles, se ubica en la esquina de las calles Insurgentes y José María Morelos, de la delegación de Bonfil.

Vecinos del lugar señalaron que cerca de las 17 horas del pasado miércoles arribó a la zona un convoy de vehículos, de ellos descendieron militares, marinos y gente vestida de civil.

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Ayer, se encontraban custodiando la bodega personal de la Armada de México, Ejército Mexicano, Policía Judicial del Estado y de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito (Smspyt).

El acceso está restringido y quienes tienen el mando de la custodia del inmueble son los elementos de la PJE, quienes no permiten acercarse a ningún medio de comunicación o persona que quieran pasar por ahí.

La localización de la bodega se dio a raíz del aseguramiento de un torton, de la empresa Castores, que se dedica a la mudanza a nivel nacional, con matrícula 821-EW-9.

El traslado

Las primeras versiones señalaron que la unidad asegurada, a las 3 horas del pasado miércoles, en la salida de Playa del Carmen, cerca del Arco Vial, por personal de la Policía Federal y la Marina, quienes ya le daban seguimiento a un cargamento de anfetaminas que estaban trasladando al Distritos Federal.

Información que dieron autoridades, se estableció que el conductor de la pesada unidad, Tirso N, de 35 años, y su acompañante José Mauricio, alias “Mau”,  confesaron que el camión lo habían cargado con la droga en una bodega de la delegación de Bonfil y se dirigían con destino a San Luis Potosí.

Las autoridades navales y federales aseguraron 50 costales, donde estaban ocultas las pastillas que pesaron un total de 620 kilos.

Las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) sólo estaban esperando una orden de cateo de un juez federal para ingresar a la bodega y asegurar la droga que ahí se encontraba.