El choque en el sur
Con las definiciones finales de los candidatos a las diputaciones federales...
Con las definiciones finales de los candidatos a las diputaciones federales de las tres coaliciones que medirán fuerzas en las urnas el primero de julio, el menú de combatientes que persiguen la única diputación federal que le corresponde al sur ya está servido, con un elemento sorpresivo arrojado al cuadrilátero por Morena: la líder barzonista Patricia Palma Olvera.
La activista Paty Palma había anticipado en redes sociales que tenía “ofertas” de diversos partidos para ser candidata, aunque finalmente se decidió por Morena donde sonaban otros nombres para esa posición, como el de la ovandista Lili Rivera Aguilar, quien no resultó favorecida por el todopoderoso dedo de Andrés Manuel López Obrador.
La candidata morena es todo un enigma como candidata, ya que si bien tiene un trabajo de activismo social reconocido, su trayectoria política es muy pobre al ser comparada con la de sus adversarios, sobre todo en el terreno partidista. Pero la dama goza del respaldo de El Barzón y del dueño y señor de Morena, además de mantener una relación de respeto con el gobernador Carlos Joaquín González.
Paty Palma puede crecer y en una de esas, montada en el huracán AMLO dar una pelea digna, pero de entrada parece arrancar en el tercer lugar de las preferencias electorales.
En sus esquinas, calentando músculos y con los guantes puestos ya aguardan a la candidata de Morena el alcalde Luis Torres Llanes –candidato de la coalición PAN-PRD-MC– y la priista Cora Amalia Castilla Madrid, quien amarró la candidatura Tricolor desde hace semanas.
El choque de locomotoras será muy interesante en la capital, donde Luis Torres espera repetir el triunfo histórico de 2016 cuando aplastó con una votación de 3 a 1 a su rival priista Arlet Mólgora Glover. Pero las circunstancias son otras para el alcalde chetumaleño, pues tendrá que contrarrestar el desgaste natural de un año y medio al frente del complicado y debilitado Ayuntamiento capitalino donde hay otro frente de batalla muy explosivo.
Cora Amalia tendrá que cargar con la mala imagen de un PRI azotado por la plaga del borgismo que expulsó al Tricolor de la gubernatura y cuyo recuerdo está muy fresco en los electores del sur, quienes podrían mantener el castigo al partido que dominó en la historia de Quintana Roo como estado hasta su humillante expulsión en 2016, a manos de uno de los suyos: Carlos Joaquín González.