Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El sector campesino del país ha sido considerado por la economía mexicana como parte del empleo informal, lo cual impide que quienes incurren en esta actividad cuenten con seguro médico, seguro de vida y algún crédito.

El 97 por ciento de los productores no tienen acceso a préstamos bancarios que los apoye para el financiamiento de su producción; de este porcentaje al menos 30 mil campesinos se encuentran en Quintana Roo.

Para combatir esta falta de créditos, las organizaciones proponen la creación de un Banco Nacional de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesquero que busque impulsar los proyectos del sector primario mediante apalancamiento. Especialistas aseguran que está medida podría ser un arma de doble filo dado que la economía agropecuaria es la que menos crece y podría poner en riesgo el bolsillo de los productores o generaría la quiebra de la institución, como ocurrió con Banrural.

De acuerdo con un informe presentado a la Cámara de Senadores por Gerardo Sánchez García, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), más de cinco millones de productores agrícolas no pueden tener algún tipo de financiamiento para construir infraestructura, comprar maquinaria o invertir en más recursos para sus sembradíos.

De acuerdo con el informe anual del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre el empleo, en nuestro país existen seis millones 200 mil campesinos que pertenecen al empleo informal, debido a que no tiene seguro social, seguro de vida ni prestaciones de ley, por lo que poder acceder a algún tipo de crédito se vuelve aún más difícil..