Redacción/SIPSE
CHETUMAL, Quintana Roo.-  Momentos de tensión vivieron los internos y trabajadores del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Chetumal, luego de que el supuesto líder, Heriberto N,  alías “El Diablo”, fue sacado y trasladado a los juzgados orales. Sin embargo, ante el temor de que se tratará de un trasladado a un centro penitenciario de máxima seguridad, se temía un motín.

Alrededor de las 11 horas, “El Diablo” fue sacado del Cereso y trasladado a los juzgados orales, ya que meses antes solicitó libertad anticipada, sin embargo, tras dos horas y medias de debate entre la defensa y fiscales; al final el juez decidió no otorgarla, por lo que, a las 14:30 horas, retornó al penal a bordo de una van custodiada por dos patrulla de la Policía Procesal.

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Sin embargo, debido a que en el transcurso de ese tiempo, no sabían cuál era la suerte de su líder, sus seguidores se encontraban desesperados e incluso trascendió que habrían tomado como rehenes a seis celadores, ya que sentían temor de que “El Diablo” hubiera sido trasladado a un penal de máxima seguridad. Sin embargo a su ingreso al Cereso, todo transcurrió de  manera normal.

Durante la ausencia de Heriberto N, varios reos creyeron que lo habían
mandado a un penal de máxima seguridad. (Redacción/SIPSE)

Heriberto N fue detenido el 6 de marzo de 2011 por personal militar de la XXXIV Zona Militar, que al encontrarse en patrullaje urbano en el fraccionamiento Caribe, detuvo a dicha persona, quien también decía llamarse Bernardo Bernal Contreras y/o Francisco Alberto Moreno Aguilar.

De acuerdo a investigaciones de lo que en su momento fue la Policía Judicial del Estado ahora Ministerial, “El Diablo” está relacionado en los expedientes: 468/2006, por los delitos de lesiones y robo; así como en la averiguación previa BAC-374/2010, en la que también está relacionado Isidoro alias “El Raya”.

Fue nombrado líder del autogobierno a mediados del mes de diciembre de 2013, en sustitución de Carlos Hernández Ramón a quien señalaron de introducir 40 kilogramos de marihuana empaquetados, 20 kilos que fueron detectados en un tinaco y los otros 20 kilos presuntamente escondidos en un montón de basura a un costado de la iglesia del penal.