Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Embarcaciones encalladas en los estromatolitos son, cada vez más, una constante en la Laguna de los Siete Colores, debido a la falta de vigilancia por parte de la Capitanía de Puertos y la falta de señalización, lo que pone en peligro a estas estructuras rocosas.

Una lancha detenida en medio de varios estromatolitos, a escasos metros de Los Rápidos de Xul-Há así lo demuestra, aunque, a decir de los lancheros, es común observar motos acuáticas o lanchas encalladas en medio de las estructuras de piedra, sin que nadie llame la atención de los tripulantes.

En las pasadas vacaciones de Semana Santa, oficialmente cerraron a la navegación esa área, para proteger los  estromatolitos; sin embargo, en ningún lugar de la laguna existe vigilancia, por lo que es común observar cómo personas utilizar las legendarias piedras para apoyarse al entrar al agua para fondear a sus embarcaciones. Incluso, se pudo observar algunas motos acuáticas detenidas entre ellas.

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Victor Yam Yah, integrante de la cooperativa “Lancheros del Fuerte”, consideró que se deben señalizar las zonas donde se encuentran esas estructuras vivientes, pues las personas que las utilizan para encallar sus embarcaciones o para introducirse al agua, desconocen la importancia de los estromatolitos.

La Laguna Bacalar presenta el mayor crecimiento de estromatolitos de agua dulce a nivel mundial, por encima de los que existen en Canadá, la costa oeste de Australia, Bahamas, Mar Rojo, Brasil o en Cuatrociénegas, Coahuila, según resultados de un estudio de la UNAM.

A lo largo de varios kilómetros, es fácil observar los estromatolitos en ambas orillas del cuerpo lagunar, algunos de los cuales ya presentan severo daño externo, como lo documentó la doctora Luisa  I. Falcón, quien encabezó el estudio, cuya sugerencia redundó en la necesidad de que se adopten medidas inmediatas para protegerlos.