Siete de cada 10 vendedores ambulantes son mujeres

Actualmente en Cancún hay un padrón de tres mil 850 comerciantes que se distribuyen en el centro de la ciudad.

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Las mujeres se caracterizan por vender en las calles frutas peladas, alimentos fritos y postres. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Alejandra Galicia/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En Cancún, siete de cada 10 vendedores ambulantes son mujeres y pilares de sus familias. Las mujeres se caracterizan por vender en las calles frutas peladas, alimentos fritos y postres, además de las artesanías.

El director de Comercio en Vía Pública de Benito Juárez, Vladimir Vallejo Molina, mencionó que actualmente hay un padrón de tres mil 850 comerciantes que se distribuyen en el centro de la ciudad y que al menos el 70% son mujeres que se dedican a vender en las calles.

Iveth Elena Vergara Martínez, de 40 años, forma parte de la estadística en Cancún, ya que vende postres en el parque de Las Palapas desde hace 18 años.

Elena inició vendiendo gelatinas y arroz con leche cuando su esposo perdió el empleo y ne- cesitaban dinero para solventar gastos, primero subastaron sus pertenencias, pero al ser insu- ficiente, por iniciativa propia comenzó a vender en las calles postres caseros y al recibir la aceptación de los compradores lo continuó por más de 18 años.

“La primera vez que hice postres, me di cuenta que a la gente le gustó mucho y desde ese momento trato de hacerlo con mucho cariño”, comentó mientras cubría sus postres con un plástico.

La comerciante comenzó hace 18 años, su primera venta fue en el Mercado 28 con una inversión de 70 pesos y descubrió la felicidad al vender todos sus postres rápidamente, ese día recuerda que logró llevar dinero para alimentar a su familia.

Mencionó que una de las complicaciones que encontró al iniciarse como comerciante fue obtener su permiso hace 12 años, ya que siempre la mantenían con pretextos para entregárselo y tenía que trabajar a escondidas de los inspectores de Comercio en Vía Pública.

Elena siempre trabajó en compañía de sus hijos, inclu- so laboraba mientras estaba embarazada, a un costado colocaba el portabebé de su pequeña y la mayor le ayudaba a vender.

Actualmente venden sábados y domingos arroz con leche, flan napolitano, gelatinas y brownies afuera de la iglesia Cristo Rey del Parque de las Palapas, y ser comerciante en las calles le ha permitido mantener a su familia y convertirse en una mujer autónoma.

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