Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- El “Día del Estromatolito”, instituido por el cabildo de Bacalar hace dos años, para destacar la importancia de estas legendarias piedras vivientes que habitan en la Laguna de los Siete Colores, al parecer, pasó desapercibido para las autoridades locales que se han pronunciado por la importancia de su preservación, lo que extrañó a prestadores de servicios turísticos y representantes de la sociedad civil.

David Martínez Sánchez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Bacalar, lamentó que dicha celebración haya pasado desapercibida para las autoridades, sobre todo cuando se adquirió un compromiso de promover su cuidado y preservación, lo que representa un fuerte compromiso que habría que darle seguimiento.

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Dijo no tener conocimiento de algún evento o acción que se haya emprendido con motivo de este día que se instituyó en el seno del cabildo bacalarense en su XI sesión, por lo que consideró que sólo se trató de un evento para tomarse la foto en su momento, pero que no se le brindó el seguimiento que debió tener.

Por su parte, Raúl Santana Bastarrachea, presidente de la Asociación Municipio 10, señaló que se debió aprovechar esta fecha de celebración para promover su cuidado de manera masiva, tomando en cuenta que la Laguna de los Siete Colores es uno de los sitios privilegiados en todo el mundo que cuentan con estas estructuras vivientes.

Piedras vivientes que producen oxígeno

En el mismo portal de la Comuna de Bacalar, aún permanece la información de hace dos años, cuando se llevaron a cabo pláticas sobre la importancia de estos seres vivos a jóvenes estudiantes, que estuvo a cargo del biólogo Martín Mass Vargas, quien explicó la importancia y formación de los Estromatolitos.

Cabe señalar que la Laguna de los Siete Colores es uno de los pocos sitios en todo el país y el mundo entero, donde se pueden encontrar estas estructuras rocosas que producen oxígeno, de acuerdo con científicos. Son fáciles de observar a orillas de la laguna sin que se observen medidas de protección en sitios como el balneario “cocalitos” y la zona de Los Rápidos, a manos de particulares que reciben cientos de paseantes cada temporada vacacional.