Chetumal y sus zonas aledañas registran un consumo de 12 mil pollos diarios, y en menos de un mes el kilo de pollo subió casi el 50 % y se estima que siga comiendo con el inicio de la cuaresma, ya que paso de costar en promedio de 25 pesos el kilo a 50 pesos.

José Ismael Romero Sierra, expendedor de pollos y distribuidor mayoristas, aseguro que la “guerra” entre distribuidores provocó que, el kilo pollo bajara hasta 25 pesos en el mes de enero, pero que ya se estabilizaron a los precios de toda la península de Yucatán que rondan los 48 y 50 pesos el kilo.

“Realmente el precio del pollo comparando con Yucatán que es productor, esta entre  y 50 pesos y aquí por la competencia, algunos compañeros dejaron su precio muy debajo de su costo con tal de ganar mercado, pero que no pudieron sostenerlo y ahora se tienen que ajustar a los precios que rigen la oferta y la demanda”, explicó el distribuidor.

Esta guerra dijo entre distribuidores ahora está generando inconformidad entre la población, porque en un mes subió casi un 50 % el kilo de pollos en todos los mercados de la capital del Estado, mientras que en las zonas aledañas y comunidades rurales el kilo de pollo supera los 55 pesos.

Dijo que las dos grandes empresas de pollo como son Bachoco y Crio, ya no se están prestando al juego de los distribuidores y han establecido un solo precio de producción, por lo que automáticamente todos tienen que tener un precio donde obtengan ganancias.

Además como la próxima semana inicia la cuaresma también influye en el precio del pollo, ya que como cada año aumenta la demanda y por ende, todo sube de precio.

Ahora lo difícil dijo es subir el pollo al precio real que marca el mercado por temor a perder clientes, por lo que la mayoría de distribuidores están a la expectativa.

Lanzó un llamado a los consumidores para que en esta temporada de cuaresma, estén pendientes de que les venden pollos frescos que no estén pintados, además de que les vendan kilos de a kilo, porque se ha reportado a vendedores haciendo “trampa”, con tal de recuperar utilidades que perdieron cuando el pollo estaba muy barato.