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Sobran especulaciones en torno a lo que pasa en Morena, sus virtuales candidatos y supuestos aliados. Exageraciones van y vienen. Es que, en muchos casos y sentidos, es el partido a vencer; y no solamente en el ámbito nacional, por la aparente ventaja de Andrés Manuel López Obrador.

Durante semanas recientes, ha habido ciertas polémicas en Quintana Roo, que si bien ameritan la atención, no así el melodrama que propagan rivales o detractores con el innegable fin de debilitarlos. Por ejemplo, se ha dicho que juega a perder o hay derrotas ya pactadas en este estado.

Lo más sonado de los últimos días es la evidente ruptura estatal (ojo: no de las cúpulas nacionales) entre los dirigentes de este partido, liderado aquí por José Luis Pech Várguez; de Encuentro Social, representado por Greg Sánchez Martínez, y del PT, encabezado por Hernán Villatoro Barrios. En síntesis, perdura la duda si la coalición “Juntos Haremos Historia” sigue firme en términos legales, ya que en la práctica se desmembró.

Pocos días antes se politizó el caso del ex rector de la Politécnica (hijo de Pech Várguez), quien estaría involucrado en lo que se ha denominado “Estafa Maestra” (hace días, en este mismo espacio, se publicaron los detalles). Algo similar ha ocurrido con Marybel Villegas (candidata al Senado, como también lo es Pech), en un escándalo de la Sedesol.

En los intermedios de los citados espectáculos se desató una “mini guerra sucia” contra sus abanderados, formalmente registrados, entre los que destacan Mara Lezama, en Benito Juárez, y Laura Beristain, en Solidaridad, donde tendrían más presencia. Las artimañas han sido soterradas, fríamente calculadas, no por las prohibiciones de la intercampaña, sino porque las guardan para coyunturas más redituables.

Pero de continuar ambas en la competencia, en ese contexto nacional que tiende a favorecerles por el multicitado “efecto AMLO” en alza, no puede darse por hecho que se han rendido antes de tiempo, como aseguran algunos. Por ello la hipótesis de que jugarían a perder sería una intentona burda.

Tanto Beristain como Lezama seguirían hasta ahora en la carrera. Eso sí: enfrentarán escenarios complejos; más en Cancún, donde la indefinición de la alianza PAN-PRD ha alterado los ritmos naturales, restándoles seriedad a ellos mismos, y donde el presidente Remberto Estrada -quien aspira reelegirse- espera atento para activar un contingente que no ha dejado de trabajar en el municipio más importante en términos demográficos y políticos.

Morena juega en serio.

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