Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Los escurrimientos de agua provenientes de Campeche y Chiapas dejaron en el municipio de Bacalar varios caminos incomunicados, siembras, viviendas y escuelas inundadas; sin embargo, aliviaron la maltrecha economía de las familias que habitan en las comunidades rurales, pues supieron aprovechar las corrientes que pasaban por los puentes, para extraer pequeños camarones de popal y mojarras, algunos de gran tamaño, los cuales ponen a la venta.

Ramiro González, un niño de nueve años de edad, junto con su primo Alberto, de 11, destinan una hora por las tardes todos los días para acudir al viaducto cerca de la comunidad de Miguel Hidalgo, donde se sumergen entre agua turbia, con el fin de extraer, camarones del tipo popal, como se les conoce en el Estado de Tabasco, de color obscuro, que pueden alcanzar hasta casi 15 centímetros de largo.

En el puente que se localiza cerca del entronque con la carretera federal, lo que abundan son las mojarras, que son extraídas por la población, para su autoconsumo y en algunos casos para comercializarlas a 30 pesos el kilogramo, con el objetivo de adquirir ingresos.