Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- A 22 años de realizar actividades altruistas para el rescate de animales, la fundación Luum Balicheo prevé continuar con la labor que les ha dejado satisfacciones a los miembros de la agrupación.

Sara Rincón Gallardo, presidenta de la asociación, lleva 52 años a favor del cuidado de los animales, y describió que en 1992 fundó Luum Balicheo, ya que en aquel entonces ella era delegada de Ampac y de la Fundación Ahembek.

Luum Balicheo, inició con otro nombre: Sociedad Protectora de Animales con el Apoyo de las Autoridades de Ecología, pero fue la primera sociedad dedicada a la protección de fauna doméstica, silvestre y exótica en Cancún y en Quintana Roo.

Sobreexplotación de fauna exótica 

Rincón Gallardo recordó que al llegar a la entidad notó que había una gran sobreexplotación de fauna exótica, ya que los animales eran exhibidos en las calles para que los turistas se tomaran fotografías con ellos, pero en algunos casos detectaron maltrato.

Una factor más que impulsó a Sara a crear la fundación, fue que al llegar a Cancún, llevó a sus perros -una colí, una bóxer y un labrador- a una de sus casas, pero con el paso del tiempo, un vecino envenenó a dos de ellos, porque anteriormente le había advertido que ladraban mucho y molestaban a su mamá.

Necesaria la defensa y protección de los animales

Sin embargo, al momento de interponer una demanda, en el Ministerio Público se burlaron de ellos bajo el justificante de que se trataba de ‘unos perros’; fue a partir de este momento que detectaron la urgencia de contar con organismos que estuvieran en pro del cuidado y la defensa de los animales.

A partir de dicho suceso iniciaron con la colaboración para la donación del terreno en donde pasaría a ser el Centro de Atención Canina (CAC).

Actualmente en Luum Balicheo laboran cinco personas de manera directa, sin embargo, cada vez se suman más voluntarios.

La adopción y el rescate de los animales es una de las actividades torales que realizan, pero se han enfocado en gran medida a la esterilización, con el fin de apoyar a las personas de bajos recursos y así lograr mantener controlada la reproducción de los perros y gatos que deambulan por las calles.