Daniel Pacheco/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- María Candelaria Hernández Villa es un elemento adscrito a la Dirección de Seguridad Pública de Solidaridad desde hace seis años. 

Se reconoce como una policía operativa “todo terreno”, pues puede estar realizando sus rondines en patrulla, moto, cuatrimoto o caminando, pero siempre en movimiento vigilante. 

Sus días los combina con ser madre, hija y servidora pública, e incluso asegura que las mujeres tienen la capacidad de realizar cualquier trabajo si así se lo proponen, al grado de creer que una mujer podría dirigir a un cuerpo policial.

¿Desde cuándo iniciaste como policía? 

Desde hace seis años. La verdad es que amo este trabajo, me gusta estar en contacto con la gente, cuidarla, participar en la solución de los conflictos que hay en las calles. Más que nada, es una oportunidad para demostrar que nosotras las mujeres podemos ejercer cualquier trabajo.

¿Qué fue lo que te motivó a enlistarte, a qué te dedicabas antes?

Yo antes estudiaba, terminé la preparatoria con especialización en Informática Administrativa en Campeche, pero siempre, desde pequeña, quise ser policía, y cuando tuve la mayoría de edad se me presentó la oportunidad y la aproveché.   

¿Qué fue lo más difícil?

Los entrenamientos son un poco pesados, los ejercicios a la par de los compañeros hombres. Todo lo tienes que hacer al parejo, es difícil, pero no imposible, y en la administración del presidente municipal Mauricio Góngora Escalante, y el comandante Rodolfo del Ángel Campos, se me ha dado esta oportunidad y responsabilidad.

Y siendo madre de familia, ¿Cómo le haces?

Pues sí es complicado cuando se tiene hijos, y el tiempo que les dedicamos a veces no es mucho, pero tratamos de organizarnos; y el poco tiempo libre aprovecharlo con mi hijo. Ahora él me dice que cuando él sea grande quiere ser policía. Yo le explico que mi trabajo es ayudar a la gente y se siente bien que él me diga que quiere hacer lo mismo.

Y en el trabajo diario, ¿Qué se te ha complicado más?

Pues debemos estar concentrados. Estamos capacitados para responder a situaciones extremas, evitando responder con la fuerza, y no caer en posibles provocaciones cuando va uno a detener a alguien y no cooperan. Tenemos que saber convencer para no agredir.

¿Y no tienes miedo al arriesgar la vida en el trabajo todos los días?

Pues sí me preocupa, pero es algo que se tiene que aprender a sobrellevar, y aquí en Playa todavía está aquí todo bajo control. Mi familia está consciente y acepta mi decisión de trabajar como policía.