Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Las miradas reflejan desesperación, tristeza, frustración, pero confían en poder obtener su libertad, porque creen que no han cometido ningún delito. El pasado domingo cumplieron un mes de ser detenidos por autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la isla de Holbox. Los 16 isleños permanecen en el área de Albatros del Centro de Reinserción, con la esperanza de recibir buenas noticias.

Ismael "N" y Alfredo "N" son dos de los detenidos el 24 de julio. Ellos fueron asignados por sus demás compañeros para hablar con la prensa, abogados o cualquier autoridad. Accedieron hablar con Novedades para dar su versión de los hechos.

El relato

Todo inició un día anterior cuando los topógrafos fueron contratados para tomar medidas de unos terrenos y los jornaleros para limpiar el área.

Llegaron alrededor de las 9 horas al área, que se ubica cerca del cárcamo de agua.  El terreno ya tenía brechas abiertas, la hierba estaba seca, le calculan que tenía como un mes de desmontado el lugar. Los jornaleros solo iban a limpiar las brechas que ya estaban hechas, para facilitarle el trabajo a los profesionistas.

A las 10:30 horas aproximadamente, vieron ingresar por las brechas a varios sujetos y elementos de la Armada de México, a quienes reconocieron por el uniforme, pero las otras personas ni siquiera se identificaron, ni les mostraron algún documento oficial. Solo les notificaron que estaban detenidos por haber desmontado el lugar, aunque les explicaron, no les hicieron caso. Los sacaron escoltados por marinos del terreno, después los subieron a unas camionetas y posteriormente los llevaron a una lancha de la Marina.

Violaron sus derechos humanos desde el principio, porque ni siquiera les daban el motivo de su detención, los tuvieron retenidos durante más de seis horas, a bordo de un camión de la Marina. Estuvieron en la incertidumbre, parados en Chiquilá, Kantunilkin, sin saber que iba a pasar con ellos, hasta que los trasladaron a la Procuraduría General de la República (PGR) en Cancún, en donde estuvieron otras 48 horas, para finalmente trasladarlos a la Cárcel.

Relatan versión a Derechos Humanos

Esta versión es la misma que le dieron al personal de la Comisión de Derechos Humanos Nacional de la Ciudad de México que los visitó el pasado jueves. Por cada uno de ellos dependen entre dos o cuatro personas que tienen que mantener. Algunos son pescadores, albañiles, choferes, pintores, viven al día.

La detención los ha afectado psicológicamente, también es duro golpe para su economía, ahora tienen que pedir prestado sus familiares para cubrir sus necesidades básicas.