Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q.Roo.- Autoridades de la Secretaría Estatal de Salud (SESA) y la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) coincidieron en que el agua de la llave en el sur del estado es bebible, aunque para purificarla aún más es indispensable colocarle dos gotas de cloro por cada litro de agua y dejarla reposar media hora. Por segundo, la CAPA en Othón P. Blanco genera 720 litros de agua.

A pesar de que algunas zonas del municipio capitalino son aguas salitres, el gerente del Organismo Operador de la CAPA en Othón P. Blanco, Rusbel Arceo Sánchez, dijo que el agua de la llave puede ser consumida por la población, al estar libre de bacterias, ya que desde la unidad de bombeo en González Ortega, las autoridades respectivas instalaron un equipo que permite clorar el agua.

Expresó que el agua puede ser consumida, ya que hace varios años en el país se implementó una estrategia para el manejo de la misma, es decir para dejarla libre de bacterias que puedan afectar al humano.

“Antes de haber sistemas de agua potable, la gente la ha aprovechado y no ha sido la asociación directa de enfermedades. Nos falta tratar el agua en cuanto a dureza y sales, pero aún así la gente puede consumir el agua y no les pasará nada”, comentó.

El tratamiento del agua desde la planta de bombeo, deriva de las enfermedades registradas a nivel nacional, entre ellas el cólera, que hasta la fecha, la entidad no cuenta con casos documentados.

En tanto, el jefe de la Jurisdicción Sanitaria número uno, Ariel López Contreras, dijo que para tener mayor confianza en el consumo de agua potable, es recomendable colocarle dos gotas de cloro por cada litro y dejarla reposar por media hora.

“No es necesario que sea el cloro especial, con el cloro de lavar ropa el agua puede ser desinfectada, tomando las medidas respectivas. Esto nos ayuda a evitar enfermedades como gastroenteritis”, puntualizó. 

La gastroenteritis es una inflamación de la membrana interna del intestino causada por un virus, una bacteria o parásitos. Se disemina a través de alimentos o agua que estén contaminados y el contacto con una persona infectada.

Los síntomas incluyen diarrea, dolor abdominal, vómitos, dolor de cabeza, fiebre y escalofríos.