César Muñoz/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- En las paredes del Espacio de Michelle brilla un firmamento de estrellas y lunas en cuarto menguante. Cohetes espaciales y planetas con anillos son bañados con una tenue luz, íntima y cálida, protectora como el amor de una madre por su hija. Una silla para bebé está rodeada por una especie de lluvia eterna, y el mobiliario está acondicionado para la terapia y ejercicio de lo que será el primer centro de estimulación temprana multisensorial incluyente de Cancún.

El Espacio de Michelle se encuentra en el interior de la escuela Kole Kaanbal, y el 12 de abril abre sus puertas para niños regulares y con síndrome de Down. 

Gloria Torruco O’Farrill es una de las fundadoras de este innovador centro, cuyo lema es “la magia de tus sentidos”. Es una madre joven y dinámica, involucrada en la educación de sus hijos. El Espacio de Michelle fue anunciado el pasado mes de marzo, por la directiva del Kole Kaanbal, como uno de los proyectos más ambiciosos, que Gloria coordina como un acto de amor por su hija, Michelle.

El centro de estimulación temprana multisensorial es una opción para las madres que buscan desarrollar las capacidades físicas, intelectuales y afectivas de sus bebés, por ejemplo, con musicoterapia, la cual es una aplicación científica del sonido, la música y el movimiento que facilita la comunicación, promueve la expresión individual y motiva la integración social.

La estimulación temprana forma seres independientes y adaptados al medio. Se aplica en los primeros seis años de vida de un niño. Durante este tiempo favorece la maduración del sistema nervioso. 

El Espacio de Michelle se encuentra también en redes sociales. En Facebook los padres interesados tienen acceso a la visión y misión del Centro de Estimulación Multisensorial que pronto abrirá sus puertas.

El horario de las terapias será de 10 a 19 horas, y cada grupo tendrá un máximo de 12 niños, con una hora de terapia, en un salón acondicionado al nivel de los que tienen los Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT).
En el Espacio de Milchelle los niños regulares convivirán con sus similares con síndrome de Down, de esta manera aprenderán que no hay diferencias y que esta experiencia será una de las mejores de su vida.