Sara Cauich/SIPSE
TULUM, Q. Roo.- Las corrientes marinas y las lluvias han limpiado algunas zonas de la costa y en otras se mantiene el sargazo, pero los prestadores de servicios náuticos mantienen una temporada baja que esperan ver un alza hasta noviembre o el mes de diciembre, señala Carlos Solís, de la Asociación de Buzos del Caribe.

Las corrientes actualmente van al noreste, lo que mantiene las manchas de algas alejadas de la costa, hecho que beneficia a los prestadores de servicios y a la economía en general, ya que de mantenerse las playas limpias será garantía de una buena temporada del verano próximo, ya que el invierno, agrega, los hoteles han vendido sus habitaciones.

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“Lo que queda de octubre y parte de noviembre es la etapa de baja actividad,  quienes están dedicados al turismo lo saben y sólo queda adaptarse a las circunstancias. Los centros de hospedaje ocupan este tiempo para el mantenimiento, al igual que los buzos  hacen reparaciones en las embarcaciones y equipo”, agregó.

Y expresó que han tenido visita de mayoristas para la compra de tour tanto en mar abierto como en aguas confinadas, esto se refiere a los cenotes.

El gran beneficio que generó la presencia de algas en el litoral fue para los cenotes, muchos se dieron a conocer y lo mejor fue que agradaron a los visitantes, por lo que recomendó a los administradores de estos sitios  mantenerlos en buen estado y con las medidas de seguridad obligadas para garantizar la vida  de la gente que concurre a ellos.

La gran mayoría se encuentra en buen estado y atendido por gente capacitada; sin embargo, no está de más mejorar la atención y la calidad de los servicios, abundó.

Hay algunos cenotes que obligan a exigir al buzo tener alguna certificación y conocer bien el manejo del equipo para evitar dificultades en el transcurso del  recorrido, pero no todos los guías son exigentes, lo que se traduce en percances con el buzo, pero se deben cumplir  los requerimientos antes de introducirlos. 

Aceptó que este relajamiento en las medidas de seguridad ha provocado conflictos entre los buzos porque no todos cuidan el destino como se desea. “Los negocios con mucho tiempo operando en el manejo de turistas y buzos son los que más pierden cuando ocurren percances de riesgo para el buzo”, agregó.