Piden a feligreses regalar el perdón

Luis Octavio Jacobo Cortés, vocero de la Prelatura Cancún-Chetumal, explicó que será mejor que dar cosas materiales.

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El saber perdonar las faltas de otra persona será el paso del cambio para evitar el desprecio. (Israel Leal/SIPSE)
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Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Luis Octavio Jacobo Cortés, vocero de la Prelatura Cancún-Chetumal y Rector de la Catedral de Cancún pidió a los feligreses que durante esta próxima Navidad no regalen cosas materiales sino el perdón lo que será el mejor regalo que han hecho, esto durante la misa celebrada ayer en la Catedral ante los feligreses que asistieron a la casa de Dios.

Dijo que actualmente la sociedad vive problemáticas desde culturales hasta económicas que repercute directamente en la familia lo que lleva al enojo y creer tener la verdad equivocada y este es el momento para subsanarlo con el perdón.

“El camino fácil para el perdón son los regalos materiales, dar algo bonito o costoso para cumplir pero eso no debe de ser así ya que si se logra que las familias cancunenses vivan en armonía el ambiente será de paz y de amor”.

Explicó al celebrar la misa del último domingo de Adviento, que el saber perdonar las faltas de otra persona será el paso del cambio para evitar el desprecio por lo que hay que actuar con madurez y confianza en Dios.

El vocero de la prelatura relató cuando José fue enterado, en sueños, por el Ángel del Señor que la Virgen María estaba embarazada, por obra del Espíritu Santo. Él por un momento pensó abandonar a María pero al final no lo hizo gracias a que fue tomado de la mano de Dios y así ser el padre de Jesús, dejando como mensaje el vivir de manera humana, cristiana y madura. Recomendó a los feligreses que son padres encomendarse a San José que les ayudará a proveer y sacar adelante a la familia.

Finalmente invitó a los feligreses a reflexionar y pasar una Navidad diferente en la que los regalos y cosas materiales no sean el tema principal que la cena sea la manera de reunirse para entonces pedirse perdón. “Al colocar al niño Dios en el pesebre la familia se reúna y de esa manera el papá se acerque a la mamá  para pedirle el perdón y viceversa, que los dos juntos hagan el mismo acto con los hijos y ellos a su vez a sus padres”.

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