Enrique Mena/SIPSE

CHETUMAL, Q.Roo.- El caracol rosado (strombus gigas) es un manjar que extrañan los comensales al llegar a disfrutar los platillos típicos del mar en restaurantes de lugares turísticos locales, como en el caso de Calderitas. 

 

Al limitar del menú el molusco en peligro de extinción, según restauranteros, las ventas disminuyeron 20% en promedio, afectando las utilidades financieras durante fines de semana. 

 

El presidente de la integradora de Servicios Turísticos, Apolinar Gómez Cruz, asume que la sustitución por derivados como pulpo y calamar se integrará de manera cotidiana en el gusto de los comensales.

 

Propietarios de los 26 restaurantes ubicados en la costera de Calderitas, concuerdan que la medida precautoria para evitar la extinción del molusco debe causar conciencia entre los visitantes foráneos y extranjeros que no están informados sobre ello.

 

De los siete días de la semana, solamente dos revelan resultados satisfactorios para quienes dedican sus actividades en la industria de la gastronomía, es decir, que el fin de semana la capacidad de los negocios llega a un 50%, en promedio.

 

Fidela Sánchez, propietaria del restaurante “El Delfín”, explicó que las modificaciones y variaciones en los platillos del menú se sujetarán a nuevas tendencias de consumo. Apreciar nuevos sazones y sabores, así como de consistencias, deben situarse entre la diversidad de atractivos de la zona turística local.

 

Además, se lleva a cabo una nueva forma de cocina, los mismos comensales pueden solicitar formas de sazón o bien solicitar una manera de cocinar los mariscos y pescados. Lo anterior, permite degustar a un nivel más personalizado. “Le damos al cliente lo que quiere”, dijo.

 

La veda de caracol rosado continuará los próximos cuatro años, medida precautoria que implementaron legisladores del Congreso del Estado, para frenar con ello la depredación que ocurre en Banco Chinchorro.

 

En cuanto a la llegada de visitantes, esperan mayor número mientras sigan realizándose todo tipo de eventos como muestras gastronómicas, festivales y tardes bohemias en el parque público o parador turístico.