Extranjeros que llegaron para quedarse

Entre los “turistantes” pueden ser adultos mayores que vienen a pasar sus últimos años.

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Carolina Gutiérrez, nacida en Ecuador, pero crecida en Argentina. Radica actualmente en Playa del Carmen. (Daniel Pacheco/SIPSE)
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Daniel Pacheco/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Principalmente durante las noches, trabajan en establecimientos de la zona turística en actividades no del todo fiscalizadas, e incluso algún residente nacional ha tenido de pareja a alguna persona extranjera que llegó a Playa del Carmen enamorada del mar Caribe y decidió quedarse, transformándose “de turista a habitante” en el corazón de la Riviera Maya. Hasta la última proyección dada a conocer por el Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya, durante el pasado 2013, este corredor turístico habría alcanzado los cuatro millones de visitantes, que de todas partes del mundo encuentran el paraíso mexicano a la orilla del mar, y algunos decidieron quedarse.

Moisés Acuña Peguero, socio y fundador del despacho jurídico La Extranjería, explicó que en su experiencia, los que en su mayoria buscan regularizar su situación son italianos, argentinos, cubanos, e incluso chinos. Otros tipos de “turistantes” son los adultos mayores que vienen a pasar sus últimos años disfrutando del dinero que juntaron a lo largo de su vida laboral, europeos y estadounidenses, principalmente.

Acuña Peguero afirmó, además, que la nueva Ley de Migración, aprobada desde noviembre pasado, complica la residencia en México a los extranjeros y es más difícil regularizarlos.

En opinión de Jorge Zavaleta Pellat, abogado también, dedicado a temas de migración desde hace 10 años, uno de los grandes problemas para tener certeza en la cantidad de extranjeros que pasan de ser turistas a habitantes en Playa del Carmen y la Riviera Maya, es que no ha existido la “fuerza humana” de la subdelegación del Instituto Nacional de Migración para realizar verificaciones completas, y que se conozca cuántos viven de manera regular e irregular, y si se dedican a actividades legales, no legales, fiscalizadas o no, o si, incluso, trabajan en giros negros.

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