Paloma Wong/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La empresa Biomaya presentó un material decorativo para el interior y exterior del hogar a partir de la transformación de sargazo, lo que podría ser el comienzo de un proyecto innovador para el Estado.

En días pasados, Juan Paulo Loeza Mendoza, presidente del Grupo, patentó la innovación del sargazo mediante un proceso químico que da como resultado materiales para acabados, como ladrillos y tablas similares a la madera, que pueden ser una opción decorativa para el hogar.

“No había proyectos para su transformación. Entonces hice unas pruebas resultado de una mezcla de sargazo con varias resinas hasta formar una textura uniforme, dura y vistosa, que se puede utilizar en pisos (para casas, patios y piscinas, esto por ser antiderrapante, sin problemas por hongos o el agua), paredes, cortinas anticiclónicas o como marcos para espejos o fotos”, comentó.

Buscan apoyo

Explicó que el proyecto fue presentado ante las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente (SEMA), Secretaría Estatal de Desarrollo Económico (SEDE) y del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología en busca de apoyos para el desarrollo de su proyecto.

De manera inmediata, indicó que requiere de una inversión de un millón de pesos para comenzar el proceso de producción, por lo que espera que a través de las autoridades respectivas acceda a las convocatorias de innovación del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), para comercializar esta idea en diferentes mercados tanto de centros comerciales como internacional.

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Cabe mencionar que desde el año pasado empezaron los primeros recales de sargazo a las costas de Quintana Roo, pero conforme pasaron los meses y más en este 2015 fue más evidente la llegada del alga hasta tornarse crítica, para el sector turístico.

Para revertir el problema y darle un uso al sargazo, un grupo de estudiantes, académicos e investigadores del Instituto Tecnológico de Felipe Carrillo Puerto hicieron un proyecto de investigación para convertir el sargazo en biofertilizante y aprovecharlo en la zona rural. Pero este sería el segundo proyecto presentado para darle un uso al alga que se recolecta de las playas.