José Chi/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Habitantes de Felipe Carrillo Puerto viven las festividades en honor al Rey Momo, con gran algarabía y en sana convivencia las familias carrilloportenses disfrutan el Carnaval 2018

A partir de las 7:00 de la noche cientos de personas comienzan a ocupar las sillas que se encuentran en el parque principal, ‘Ignacio Zaragoza’, para disfrutar, de las actividades de las fiestas de la carne.

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Los niños, jóvenes, adultos, abuelitos que participan en esta fiesta, además de los vistosos y coloridos vestuarios, con plumas y lentejuelas, portan una radiante sonrisa que contagia al público asistente.

Desde el día de la coronación de los soberanos, las noches de concurso de comparsas y disfraces y las tardes de derrotero, Carrillo Puerto ha vivido un ambiente de fiesta.

Margarita Poot, vecina de la zona de Planes, en esta demarcación, aseguró que este año hubo mucha más participación en el Carnaval.

“Este año hubo mucho entusiasmo, hay muchos jóvenes participando en todo, solo el paseo de este año duró una hora y media, casi dos horas, porque hay muchas comparsas y muchos carros participando, me gusto el carnaval de este año”.

Jovita Jimenez Poot, habitante de carrillo puerto, mencionó que los concursos hubo mucha participación, solo espera que los premios se entreguen a quienes verdaderamente lo mereces y no haya “favoritismos”.

Los disfraces de este años, fueron desde los más exóticos hasta los más tradicionales, lo que más llaman la atención son los de los niños, de menos de cinco años, con sus personajes favoritos como Tortuga Ninja, Sherk, Alicia en el País de las Maravillas, Las Papas sin Catsup por mencionar algunos.

Juan José Vargas, habitante de Carrillo Puerto, destacó la coordinación de las autoridades para señalizar los puntos donde pasaría el derrotero, así como la seguridad.

“Es grato llegar a un lugar y ver que con anticipación se previeron las cosas, entonces no hubo congestionamientos, la gente sabía dónde podía estacionarse, se ve que se pusieron de acuerdo para trabajar, qué tenía que hacer cada quien y eso es bueno”.