Padre e hijo se ganan la vida remendando zapatos en Carrillo

Del poblado de Señor, arriban a la cabecera municipal para ofrecer sus servicios.

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Mariano Ek Tun, que ha sustentado a su familia a través del oficio de reparación de calzado, enseña a su hijo a hacerlo. (Jesús Caamal/SIPSE)
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Jesús Caamal/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Padre e hijo de la comunidad de Señor del municipio de Felipe Carrillo se ganan la vida costurando zapatos, recorren casa por casa en colonias de la ciudad para repararlos y ganar el sustento diario.

Mariano Ek Tun padre de familia de oficio zapatero, dijo que todos los días tienen que viajar desde temprana hora de su poblado a la ciudad para iniciar los recorridos en cada una de las colonias, buscando personas que quisieran darle un remedio a su calzado que se encuentre deteriorado.

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Durante las vacaciones, su pequeño de apenas 10 años, quien ha aprendido el oficio de su padre, lo estuvo acompañando en la larga jornada.

“Es la única forma que he visto ganarme la vida, llevó más de 10 años con este oficio, aunque a veces resulte un poco cansado o tenga que estar viajando, se tiene que hacer porque de otra forma no se puede y tengo que ver por mi esposa y mis hijos. No tengo otros ingresos y aunque lo tuviera esto es lo que me gusta hacer”.

Mientras que su familia, integrada por cinco personas, su esposa y sus tres hijos lo esperan en casa.

“Los ingresos son muy variados, debido a que no toda la gente optan por darle una segunda mano o una solución a sus calzados, sin embargo, dijo que cuando se tiene una temporada alta logran adquirir desde 300 a 400 pesos, por día que significan reparar, costurar de seis a ocho zapatos. La costurada es de 50 pesos”.

Consideró que tiene muchas dificultades en el desempeño de la única actividad que sabe hacer para ganarse la vida, porque es un “trabajador ambulante”, que en muchas ocasiones no encuentra los suficientes clientes y difícilmente logran ganar 150 pesos al día, además de resultarles más caro, pues tiene que pagar los pasajes, sus gastos de comida del día y aun así tiene que llegar con dinero en la casa.

“No digo que no tenga temporadas altas o mejor dicho de suerte, pero es de una a dos veces por mes, la mayoría de las veces sólo logramos adquirir 150 pesos y con eso debemos ver sacar el día y llegar a la casa con un poco de dinero en mano para gastos extras”, finalizó

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