José Chi/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- La apicultura es una actividad redituable en la zona maya, debido al tipo de suelo de la región, además de ayudar a la conservación y cuidado del ambiente por la polinización.

Daniel Pech Caamal, productor independiente y comercializador del dulce en la zona maya, informó que en 2017, lograron comercializar 130 toneladas de miel en dos empresas de Yucatán.

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Precisó que las empresas de Mérida, Yucatán, ‘Mieles de la Península” y Mieles Tecnología; la primera de ellas trabaja miel orgánica y miel tradicional, la segunda solo miel orgánica.

“Para poder ser proveedor de esta empresa es necesario surtir más de 100 toneladas de miel, por ello tengo que comprarle miel a otros productores locales, en 2017 se alcanzaron 130 toneladas de miel que se vendieron a esas dos empresas que logramos 150 productores de la zona maya”.

Destacó que de la miel se derivan otros productos procesados como miel 100% pura, jalea real, polen, propoleo, veneno de abeja, cera de abeja, suplementos alimenticios por mencionar algunos.

“Existe una pequeña agrupación que se encarga del procesamiento del producto primario la cual se llama Melitz´aak donde se pueden encontrar productos derivados de la miel”.

Pech Caamal, mencionó que actualmente cuenta con nueve apiarios, en cada uno tiene entre 30 y 35 colmenas, dependiendo del lugar en el que se encuentren, el tipo flora y la abundancia. Tres apiarios rumbo a la carretera Mérida, tres hacia Chetumal, dos hacia Cancún y una especial para el criadero de abejas reina, ubicada sobre la carretera 180 de esta localidad.

“El problema que afecta más a esta humilde labor son las plagas de la hormiga y el bicho conocido como perro de monte y el cual no podemos matar esto debido a que se encuentra en peligro de extinción, aunque hace tres año fue víctima de robo de un apiario completo”.

En 2016 logró obtener mil 800 kilos de miel, el año pasado obtuvo una cantidad semejante, aunque en 2016 hubiera logrado mejor producción, sino le hubieran robado 30 colmenas que equivalen al 10% de su trabajo.

“Ese apiario representó una pérdida económica por 36 mil pesos, porque cada colmena tiene un valor individual de mil 200 pesos”, refirió.