Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.-  Tuvieron que pasar años para que los vecinos de Balam Tun, Lol Tun, Lol Ka Tun y Privanza del Mar, gozaran de tardes sin el pestilente olor que generaba la inservible planta de tratamiento de la zona; aunque todavía falta terminar la obra mayor, que realiza la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), los habitantes agradecen que se esté resolviendo el añejo problema.

La planta de tratamiento de Balam Tun comenzó a tener problemas en 2008, pero a finales de 2009, y especialmente en 2010, los malos olores de las aguas negras que ahí se depositaban despertaron entre los vecinos la alerta, pues además del riesgo a la salud, los rebosamientos comenzaron a ser constantes y cada vez de mayor intensidad.

Desde la administración de Román Quian Alcocer (2008-2011) se trató de solucionar el problema, pero la Desarrolla Inmobiliaria SARE, responsable de la infraestructura, por mucho tiempo se lavó las manos y las complicaciones siguieron.  En un momento incluso se promovió entre los vecinos de Lol Ka Tun y Privanza del Mar una demanda penal contra SARE.

Años de espera

Tuvieron que pasar casi cinco años para que se pusiera fin al problema. En el segundo trimestre de 2013, el ayuntamiento logró que SARE se desistiera del predio en donde se ubicaba la planta de tratamiento, y el 12 de junio de ese año, a través del cabildo, se lo entregó a la CAPA.

Detalle de la obra

José Sosa Moreno, responsable técnico de la CAPA, explicó que una vez que el terreno se le donó a la Comisión, se canceló la planta de tratamiento y actualmente está en demolición. En su lugar se instaló un equipo para rehabilitar un cárcamo, y se puso un emisor de 2.4 kilómetros que va de dicho depósito, rodea los cuatro fraccionamientos, cruza la carretera federal hacia el poniente y llega hasta el que se encuentra ubicado en las inmediaciones de La Guadalupana, una inversión que alcanzó los 9 millones de pesos.

Aunque se pensó que ese proyecto estaría listo antes del primer semestre de este 2014, Sosa Moreno calcula que la obra civil está en un 60%, y es probable que antes de que termine el año concluya.