La pesca furtiva, ya sea para autoconsumo, comercialización o por pasatiempo; representa una amenaza para los recursos naturales del corredor biológico Cancún-Isla Mujeres.

Arturo González, director de las áreas naturales protegidas Manglares de Nichupté y el Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Nizuc y Punta Cancún, refiere que en toda la zona hay focos rojos de pesca furtiva pese a las estrictas prohibiciones incluidas en los programas de manejo.

El especialista sostuvo que tan solo en 2019 se realizaron 132 recorridos de vigilancia tras denuncias reportadas a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

González explicó que todos los permisos de pesca en la región se encuentran al noroeste y sureste de Isla Mujeres, otros sitios cerca de Isla Contoy y en los polígonos de la Reserva de la Biosfera Caribe Mexicano.

Identifican focos rojos de pesca furtiva

Indicó que los tres polígonos del Parque Nacional tienen esta problemática y se generan gastos elevados para su prevención.

En Isla Mujeres, el foco rojo principal se encuentra en las zonas conocidas como Farito, Sac-bajo, Garrafón y Manchones, debido a las malas prácticas de pescadores, particulares y residentes de la Isla.

El segundo foco de alerta se encuentra en la zona de Punta Nizuc que une al mar con la Laguna Nichupté, donde pobladores del Ejido Alfredo Bonfil y de Cancún pescan y luego venden el producto en los tianguis locales.

Asimismo, otro de los puntos rojos son los arrecifes del polígono de Punta Cancún, donde se ha detectado la práctica de pesca de apnea con arpón, realizada por empresas de pesca deportiva y particulares.

Finalmente, se tienen reportes en los canales de navegación de Nizúc y en la zona del Río inglés.

“La atención de dichas acciones representan un gasto total aproximado de un millón de pesos para la dirección de estas áreas protegidas, lo cual sale del presupuesto de esta instancia federal”, expuso Arturo González.