Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- A un año de haber sido anunciado el programa de reforestación de duna costera en playas de Cancún con una meta de 12 mil palmeras, ahora está detenido y ha sido reflejada la supervivencia de seis mil, aproximadamente. 

En la primera etapa fueron sembradas nueve mil palmeras, pero debido a la falta de cuidados y riego, tres mil no pudieron sobrevivir.

“Habíamos realizado un convenio con concesionarios para poder sembrar las palmeras de la primera etapa, del kilómetro 8 al kilómetro 19, pero ahora nos hemos detenido”, describió José Eduardo Mariscal de la Selva, director de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) en Benito Juárez.

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Cuando se realizó el convenio con 120 concesionarios, encabezado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Zofemat, se llegó al acuerdo de que el cuidado sería responsabilidad de quien estuviera a cargo de la zona delimitada donde fueron sembradas las palmeras.

No obstante, el acuerdo no se respetó a tal grado de dejarle de prestar atención a las plantas.

Durante los primeros dos meses, Zofemat supervisó que el riego fuera diario, pero al dejar de revisar este cumplimiento, personal de distintos hoteles dejó de hacerlo.

Las palmeras debieron ser regadas por las mañanas y por la noche, pero con el paso del tiempo los supervisores notaron que disminuyó el número de riego, hasta que dejaron de operar.

Cuando se lanzó el programa, más de 500 ciudadanos acudieron a colocarle una etiqueta a cada una, en la que escribieron su nombre para luego volver y cerciorarse de su crecimiento, no obstante, los ciudadanos también abandonaron esta misión, además que no se le dio seguimiento a cada uno.

Compromiso

Contrario a estos casos, hay hoteles que se comprometieron con la conservación de la flora que fue sembrada, por lo tanto el programa fue detenido para trasplantar las que aún tienen posibilidad de vivir.

“Hay casos en los que sí prestaron atención en su riego y protección, tal es el caso del hotel Flamingo y a esta locación cambiamos algunas palmeras que era posible aún rescatarlas”, añadió Mariscal de la Selva.

En este centro de hospedaje hay cerca de mil palmeras del total que fueron plantadas y la clave en su existencia ha sido el mantenimiento necesario.

Las palmeras  de la especie nucífera, sí funcionan como duna costera, a pesar de no ser parte de la vegetación de la Península de Yucatán y sólo requieren del riego necesario, de acuerdo con el investigador Rafael Durán Castilla, miembro del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).

Mariscal de la Selva prevé que a finales de este año se retome el programa de reforestación, ya que así sería propicio aprovechar la temporada de lluvias.

Objetivo del programa

Contrarrestar los efectos de la erosión en las playas, ya que con duna costera es posible retener arena y evita que los vientos la arrastren hacia el mar.

Meta: Sembrar 12 mil palmeras, para continuar con una segunda etapa en Puerto Morelos.

Estrategia: Invitar a los ciudadanos para que sembraran una palmera, la adoptaran y le dieran seguimiento, además de que personal de los hoteles se ocuparían del riego.

Con quiénes se realizó el convenio: Con 120 concesionarios de zona marítima.
Fecha de anuncio del programa: Junio.
Fecha de inicio del programa: 10 de septiembre.
¿Desde cuándo se dejaron de sembrar palmeras?: Desde diciembre pasado.

Funcionamiento de las palmeras

Con el oleaje y el viento, parte de la arena se regresa al mar, lo que ocasiona la disminución de línea de costa; sin embargo, las palmeras al tener raíces profundas, logran retener arena y logran que se quede en la orilla.

Dato sobre erosión: La erosión en las playas es un problema evidente, que ha sido provocado porque ahora grandes edificios que conforman los hoteles ocupan el lugar de más de 700 hectáreas de manglares y de duna costera, la cual despareció en 80% y ha provocado que a lo largo de 40 años se perdiera 60% de los arenales.