Manuel Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- Debido a las altas temperaturas que prevalece en el medio y que resecan el material con se encuentran construidas las viviendas, una humilde casa ubicada en la colonia Rafael E. Melgar, se vio envuelta en llamas y resultó literalmente consumida por el fuego pese a los esfuerzos de Bomberos y voluntarios que acudieron al sitio para tratar de sofocar el fuego.

Ambrosio Miss Cob, Director de Bomberos en el municipio confirmó que el llamado de auxilio llegó directamente a las instalaciones de los traga humo ubicadas en la avenida Santiago Pacheco Cruz, desde donde se movilizó la unidad para llegar a la Calle 47 entre la 52 y 54 de ese asentamiento observando a la llegada de los elementos una casa construida con materiales de la región que se encontraba envuelta en llamas.

El propietario de la vivienda, el señor Filiberto Tun Noh de sesenta años de edad quien explicó que en el interior de la casa solamente contaba con una vieja cama y utensilios de cocina, explicó que ignora las causas del incendio debido a que no cuenta con instalaciones eléctricas aunque señaló que de manera habitual prende fuego en el interior de la casa y podría haber sido una chispa o un tizón cuyas llamas se pegaron a una de las paredes el que motivó el incendio que originó daños materiales por más de 20 mil pesos.

Se redujo a cenizas 

Vecinos del solitario sexagenario y bomberos trataron sin éxito de apagar el fuego que se propagó con la fuerza de los vientos por prácticamente toda la estructura en cuestión de minutos por lo que resultaron infructuosos los esfuerzos de quienes colaboraron en esas tareas para sofocar las llamas que redujeron a cenizas la humilde casa en ese asentamiento.

De acuerdo al reporte presentado por el comandante de los bomberos, ante el llamado de emergencia recibido se movilizaron los elementos que se encontraban en servicio en esos momentos y el vehículo cisterna con que cuenta utilizando un volumen promedio de dos mil litros de agua para apagar las llamas en el afán de prevenir que alguna chispa salte hacia otros predios cercanos y se complique le situación provocada por las llamas.