¡Alégrate, Jesús va a nacer!

¿Este 24 de diciembre qué esperas? ¿Será que estás esperando el nacimiento de Cristo en tu corazón? o ¿tu alma está sedienta de regalos, licor y fiestas?

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Esta Navidad te deseo: “Que el amor florezca en tu corazón, que se apodere de tu alma, y que la encienda con pasión y con vigor. Que ese amor de Jesús brote en tu espíritu, y le infunda todo el entusiasmo y la alegría de vivir, que es capaz de brindar el nacimiento de un Dios en tu persona”.

¿Cómo son tus pensamientos, positivos o negativos? Cuida tus pensamientos, tus sentimientos y tus emociones, para que sean positivos porque nadie este año que termina, te ha dañado tanto como lo has hecho con tus propios pensamientos. Escucha lo que dice la Biblia: “Vigilad y orad para no caer”.

¿Este 24 de diciembre qué esperas? ¿Será que estás esperando el nacimiento de Cristo en tu corazón? o ¿tu alma está sedienta de regalos, licor y fiestas, y para ti Cristo es un estorbo en tus planes de libertinaje?

Cristo que va a nacer, te hace una invitación libre, consciente y armoniosa, para que lo recibas en tu corazón y en tu familia. Para que tengas una Navidad con Cristo, en Cristo y para Cristo. Si realizas este proceso, Él va a nacer en tu corazón, y vivirá en ti, y tendrás paz y amor.

¿Sabes qué significa la paz? Y más aún, ¿tiene tu vida paz?, ¿La tienes en tu mente, en tus juicios, en tus pensamientos y en tus sentimientos? La pregunta está al aire: ¿la tienes? Si no sabes perdonar, no puedes tener paz. El día de hoy, ¿qué irradias, paz o pesimismo, ánimo o desaliento? La paz te da libertad y madurez con responsabilidad. No se te olvide: “La paz es el resultado de la obligación cumplida”. Tienes paz con tu amigo, pero no con tu hermano; tienes paz con tu secretaria, pero no con tu esposa. O sea que no tienes paz, y por lo tanto no puedes tener felicidad en tu mente, ni en tu cuerpo y menos en tu espíritu.

Jesús te invita a que vivas la Navidad siendo un difusor de su amor, para que seas el transmisor de ese amor que llevas dentro. Ese amor se está pudriendo porque no lo has sabido compartir y dar. Hay que ser portador del amor de Jesús al dar cariño, afecto y amor manifestado en obras.

Empieza con tus padres y con tus hijos en apapacharlos, respetarlos y hacerles sentir que son seres humanos, y no muebles a tu servicio. Dale amor a tu pareja, hoy necesita de ti, pues sin tu persona no se puede realizar esta Navidad. Puedes y debes de ser ese que va a nacer esta noche de Navidad.

Esta Navidad no pidas nada y recibirás mucho. Dios ya te dio una pareja, unos preciosos hijos, unos amorosos padres; te dio hermanos y familia, te dio un techo, algunas propiedades. Por eso, ubica tu mente y enfoca tu espíritu: “Tal como piensas, serás”.

Esta Navidad espera a Cristo con Fe de felicidad, con amor compartido y con un amor incondicional. Éste que va a venir esta Navidad eres tú. Sí, eres tú, porque Cristo, por ti, va a realizar todo ese amor que les quiere dar a todos tus semejantes. Jesús va a usar tu boca para consolar, tus manos para acariciar y tu palabra para reconfortar, dando su amor manifestado en acciones por medio de tu persona.

Vamos a darle gracias a Dios por la vida, por el amor y por nuestra familia para poder decirle cuando nazca: “Señor, gracias por lo que me das y gracias por lo que me quitas; gracias por la salud y por la enfermedad; gracias por el amor y por el sufrimiento; gracias por el cariño y por la falta de afecto; gracias por la vida, con la cual nos preparas a la otra vida contigo; y gracias porque he aprendido a decir gracias.” ¡Alégrate Jesús va nacer!

Dr. Roberto Díaz y Díaz.
[email protected]

Lo más leído

skeleton





skeleton