Ni el campanazo de arranque de las campañas electorales calmó la batalla campal que sostienen en Quintana Roo los integrantes de la coalición formada por Morena, PES y PT, en cuya canasta común boicotean a sus candidatos pactados con tal de defender ambiciones personales y de grupo. 

Los tres partidos de la alianza que respalda a Andrés Manuel López Obrador se han enfrascado en un pleito rancio por las posiciones disponibles, provocando una severa ruptura que puede pasarles una factura muy alta el 1 de julio. 

Porque aunque las autoridades electorales les negaron la posibilidad de disolver la coalición, obligándolos a respetar el acuerdo presentado en primera instancia, la fractura entre las dirigencias estatales de los tres partidos es insalvable. 

Humillado en el reparto del pastel donde ni siquiera fue tomado en cuenta, el PT de Hernán Villatoro mantiene la postura de que no apoyarán las campañas de los candidatos de la coalición en Quintana Roo por no respetarse los acuerdos previos en la asignación de espacios. 

Por su parte el PES, cuyo dirigente estatal recibió la candidatura a la diputación federal del distrito 03 y el segundo lugar en la lista de pluris, recibió tremendo golpe este inicio de semana cuando a nivel central se dio un manotazo de autoridad arrebatándole la candidatura al líder local para ponerla en manos de Niza Puerto Paredes, un cuadro externo recién reclutado por Morena. 

El cambio de candidatos no fue terso, e incluso el PES estatal lanzó advertencias de que defenderían la candidatura en los tribunales, por lo que el conflicto puede extenderse y subir de tono. 

Lo grave es que este movimiento se realizó a cuatro días del disparo inicial de las campañas, provocando una mala salida para los candidatos morenos que se rezagaron en la primera parte de la carrera. 

Mientras sus rivales ya realizaron sendos eventos de inicio de campaña con todos sus candidatos encarrerados, la coalición Morena-PES-PT luce descontrolada, sin unidad y sin todos sus candidatos definidos. 

En tales circunstancias, no es de extrañar que su candidata a diputada federal por el primer distrito, Adriana Teissier, ni siquiera se haya tomado la molestia de empezar su campaña, mientras que los candidatos al Senado, Marybel Villegas y José Luis Pech, están haciendo proselitismo en forma aislada, cada uno por su lado. 

Así de mal andan las cosas en Morena, donde están dejando la campaña a la bendición de AMLO, como acostumbran.