Sara Cauich/SIPSE
TULUM, Q. Roo.- Dos grupos de taxistas de Tulum se enfrentaron a golpes este fin de semana con vallas metálicas, sillas y piedras, debido a una reunión donde el secretario general del Sindicato Tiburones del Caribe, Irán Zapata Hipólito, pretendía presentar un informe.

Un primer choque se dio cerca de las 11:30 de la mañana, cuando decenas de operadores encabezados por Carlos Alvallero Pantoja, llegaron al domo del parque Dos Aguas, donde se realizaría el encuentro.

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El grupo intentó ingresar al recinto, lo que fue impedido por la Policía Municipal que resguardaba el lugar. Hubo unos minutos de forcejeo entre uniformados y operadores, pero al cabo de un tiempo se calmaron los ánimos y empezaron a ingresar bajo un lento proceso de registro.

La accidentada asamblea extraordinaria que intentó llevar a cabo Zapata Hipólito finalmente no fue posible ante la cerrada oposición del grupo liderado por el tesorero de la directiva Carlos Alvallero Pantoja, a quien se pretendía destituir durante la asamblea; este a su vez buscaba forzar la salida del secretario general a quien había acusado de fraude.

Y dado que no fue posible que el secretario de Actas y Acuerdos, nombrado en ese momento en la persona de Carlos Sosa Huerta, continuara con la sesión ante el alboroto del grupo de Alvallero, Irán Zapata, la directiva y socios se retiraron.

El segundo enfrentamiento fue a las 12:44 horas, durante el cual hasta las vallas metálicas fueron utilizadas como arma contundente.

Tras retirarse Zapata Hipólito, Alvallero Pantoja pidió a sus seguidores ocupar el predio del sindicato ubicado a cinco kilómetros de la cabecera municipal, momento en el que un grupo de operadores ingresó al parque que aún permanecía acordonado, lo que dio pie a los golpes entre ambos bandos y la detención de al menos dos personas por parte de la Policía Municipal.

Algunos de los socios que aún estaban en esa área intentaron refugiarse en la iglesia, donde un par de trabajadores realizaban labores de remozamiento del edificio religioso.

Una hora más tarde, Zapata Hipólito reanudó la asamblea en un predio particular donde se pidió la expulsión de tres operadores, entre ellos Alejandro Serrano; la destitución de Nereyda Falcón Sosa, de la cartera de Honor y Justicia, y en su lugar se eligió a Marco Antonio Martín.