Olvidan a la comunidad de Francisco May

Los habitantes tienen que aceptar apoyo de otros municipios como Benito Juárez y Puerto Morelos.

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La escuela indígena que se ubica en la comunidad. (Pedro Olive/SIPSE)
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Alejandro García y Pedro Olive/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En los últimos 10 años, la inversión turística creció en Isla Mujeres al pasar de mil 890 cuartos a cuatro mil 86 habitaciones -y se trabaja en la construcción de tres mil 599 habitaciones- aunado al nombramiento de Pueblo Mágico que recibió hace dos años; sin embargo, Francisco May, subdelegación de este municipio desde 1981, con una población no mayor a los 600 habitantes, ha vivido de las promesas administración tras administración, teniendo que recibir el apoyo de Benito Juárez, Puerto Morelos (ascendido a municipio hace dos años) y Lázaro Cárdenas.

El municipio lo componen tres zonas: Insular, Continental y Agrícola. La primera vive su mejor momento, pues luego de recibir el distintivo de Pueblo Mágico, se consolidó como destino turístico, y le ayudó a proyectarse hacia otros mercados.

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La zona continental, está en pleno desarrollo, Playa Mujeres, Paraíso Mujeres, Costa Mujeres, Isla Blanca y Soto Lindo conforman los complejos turísticos; en esta área se proyecta la construcción de más de cuatro mil cuartos en los próximos dos años.

Mientras que Francisco May, subdelegación de Isla Mujeres, está en la zona agrícola, colindando con los municipios Lázaro Cárdenas, Puerto Morelos y Benito Juárez.

De acuerdo a un comunicado del Ayuntamiento de Isla Mujeres, la prioridad es trabajar en el incremento de la afluencia turística mediante labores de promoción para mantener al municipio como uno de los destinos de playa más importantes de México, beneficiando a todas las familias isleñas con la derrama económica que esta actividad genera; pero esta bonanza no llega a la comunidad de Fráncico May.

Entrevistas

Santiago Noh May, uno de los fundadores de la comunidad de Francisco May, nacido en Valladolid, Yucatán, es uno de los fundadores de Francisco May; él junto con 70 familias, llegó para asentarse en esta zona.

A sus casi 70 años, trabaja como elemento de Seguridad Pública y cuando está de descanso se dedica al campo, cosechando chile y tomates, entre otras cosas.

“Llegamos 70 familias en 1981, pero cuando nos pegó el huracán ‘Gilberto’, muchos se fueron, porque pensaron que no habría apoyo de parte del gobierno, pero si nos echaron la mano; el huracán destruyó las casas de todos, sólo la escuela quedó en pie, de hecho fue nuestro refugio”, rememoró.

La mayoría de los pobladores trabaja el campo, comentó, pero no todos trabajan en el poblado.

Salen a Cancún, a Playa del Carmen, donde haya trabajo, porque el pueblo es pequeño, no hay trabajo, ¿quién te paga?”

Noh May mencionó que han vivido de las promesas de los gobiernos, “hacen programas, proyectos, presupuestos y no cumplen”, un ejemplo, “la carretera (que conectará con Lázaro Cárdenas) la han anunciado desde hace años y nada”

Al menos de uno 15 años a la fecha ya no han llegado familias a vivir a Francisco May, principalmente porque ya no hay terrenos, finalizó.

Seis años de compromiso con la escuela indígena

En la comunidad hay dos escuelas de la Dirección General de Educación Indígena de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en una de estas trabaja Estela Cuxim Salazar, maestra de la primaria indígena multigrado “Florencio Chan”, que desde hace seis años viaja de Cancún a la delegación de Isla Mujeres invirtiendo dos horas de trayecto y 240 pesos de pasaje.

“Llevo seis años trabajando en esta escuela, ocho en comunidades indígenas, y 18 años de servicio, desde que conocí esta escuela me enamoré, aunque no soy de aquí y debo levantarme todos los días a las 5:30 para llegar al plantel”, comentó la maestra.

La escuela tiene 59 estudiantes entre los dos grupos, el primero con menores de primero a tercer año de primaria, y en el segundo cuarto a sexto grado.

Los maestros de las escuelas indígenas, como es el caso de la “Florencio Chan”, hacen planeaciones para tres grupos, y las jornadas laborales son de 7:30 de la mañana a 2:30 de la tarde.

Ante la falta de espacios y sillas, los alumnos entran y salen del aula a lo largo de la jornada para que todos puedan aprender en su respectivo nivel.

“Algo bueno de este formato educativo es la retroalimentación que hay para los niños, también se imparte una materia de lengua adicional al español, en este caso el maya, los alumnos ya cantan los himnos a Quintana Roo y Mexicano en este idioma”, explicó Cuxim Salazar.

Aunque la escuela pertenece al municipio de Isla Mujeres, su coordinación escolar está en el “Kilómetro 80”, del municipio de Lázaro Cárdenas.

Dentro de las necesidades del plantel según la misma comunidad estudiantil, destacan la construcción de una barda perimetral y el techo para la cocina escolar, ya que todos cocinan con leña, y este no puede estar dentro del comedor.

Taxis, el único medio de transporte

Para llegar a la subdelegación Francisco May, es necesario tomar un taxi colectivo de los que van hasta Leona Vicario, y bajarse en la entrada a la comunidad, esto es en el kilómetro 14 de la Carretera Costera del Golfo Cancún-Leona Vicario, y ahí tomar otro taxi hacia la comunidad, esto es, 27 kilómetros hacia adentro.

“Aquí trabajamos en equipo, tenemos un acuerdo o convenio con el sindicato de Leona Vicario para permitirles entrar cuando les soliciten el servicio, y lo mismo con nosotros, los traslados que damos son de las personas que trabajan en las obras allá en Cancún, Playa del Carmen o la Riviera Maya”, dijo Lucio Noh Noh, taxista del Sindicato de Isla Mujeres.

En la comunidad hay 12 unidades y están a la espera de la llegada de cuatro más que están en proceso, todos los autos están en buenas condiciones, incluso hay quienes tienen hasta aire acondicionado.

El costo estimado para llegar a la comunidad es de al menos 80 pesos, 40 del centro al entronque, y otros 40 hacia adentro, para el regreso es lo mismo, y el recorrido tiene una duración aproximada de una hora.

A lo largo de los 27 kilómetros de la carretera que conduce a la comunidad, solo hay un pequeño tramo no mayor a un kilómetro con baches, fuera de eso, la carretera está en buenas condiciones.

Realizan policías labores de prevención y apoyo

Los seis elementos asignados al poblado de Francisco May tienen una labor preventiva, e intervienen en caso de que haya situaciones de violencia, aunque su principal desempeño es brindar apoyo a los habitantes, señaló Rodolfo Navarrete, elemento Seguridad Pública Isla Mujeres.

“Únicamente intervenimos si necesitan de nuestro apoyo, como cuando hay una emergencia, es decir preservar la vida de una persona, por enfermedad o la picadura de una víbora, porque es una zona rural muy alejada, son 27 kilómetros hasta la carretera (Cancún-Leona Vicario) y otro tanto igual hasta Cancún”, señaló.

Asimismo son la primera instancia que atiende el reporte de incendios, situación a la que es propensa la zona.

“Si está en nuestras manos antes de que pueda pasar una tragedia, actuamos, en lo que llega la institución correspondiente, que en este caso sería bomberos para que se encarguen del problema”, comentó, y agregó que en ocasiones reciben el apoyo de elementos de Cancún, “en ciertas ocasiones, cuando se amerita si hay un siniestro intenso, pero en la parte continental también tenemos bomberos, así que cualquier de los dos”.

Francisco May conecta por la parte de atrás con la zona continental de Isla Mujeres, pero solo con un vehículo 4x4 se puede transitar.

Francisco May, zona de incendios forestales

Por la ubicación geográfica, Francisco May se encuentra en una zona de incendios forestales, por lo que cada año la Comisión Nacional Forestal (Conafor) contrata personal externo de la dependencia, en este caso a 10 habitantes de la misma población para hacer brechas o cinturones de seguridad para evitar ser alcanzados por el fuego.

La tarea o encomienda que tienen es limpiar a lo largo de 11 kilómetros, un espacio de al menos cinco metros de ancho, de manera que en caso de incendios, este no se propague entre la vegetación y llegue a la comunidad.

“Entramos a las siete de la mañana y salimos a las cinco de la tarde cuando no hay nada, en casos de incendio, iniciamos alrededor de las cinco de la mañana y regresamos hasta que el sol se oculte, también brindamos apoyo a Leona Vicario”, comentó Emilio May May, personal externo de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), quien inició como voluntario desde pequeño.

Dentro de los riesgos a los que se enfrenta esta brigada están el contacto con serpientes como nauyaca, “coralillo” y cascabel; las únicas herramientas que llevan como protección y para el trabajo son machete, palos y coa.

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