El ABC sobre la extorsión en México

Como regla general existen tres aspectos que intervienen en la comisión de dicho delito...

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La extorsión es el segundo delito que se reporta con mayor frecuencia en el país, después del secuestro, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, realizada por el INEGI. La extorsión es la presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre una persona para obligarle a obrar en determinado sentido. El Artículo 156 del Código Penal de nuestro Estado establece que:

“A quien con ánimo de lucro para sí o para otro, obligare a otra persona, con violencia moral o intimidación, a realizar, omitir, o tolerar un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, se le impondrá de doce a dieciocho años de prisión y de ochocientos a mil días multa”.

La extorsión se basa en el miedo que afecta a la persona perjudicada, como regla general existen tres aspectos que intervienen en la comisión de dicho delito: El Factor Sorpresa, el Desequilibrio Emocional y la Falta de Información.

Ante todo, es preciso conservar la calma, identificar el número telefónico del que se recibe la llamada, ignorar a los extorsionadores, indicándoles que no se les escucha bien para que repitan una y otra vez lo que dicen y colgarles el teléfono bruscamente, ya que en la mayoría de los casos desisten y no vuelven a llamar.  Por ningún motivo debemos de proporcionar información personal o familiar y, en caso de los extorsionadores nos indiquen que tienen secuestrado a alguno de nuestros familiares, aplicar una mecánica de claves o códigos secretos, para constatar su identidad. Después de recibir la llamada extorsiva, debemos de contactarnos inmediatamente con la Policía Federal.

Lo que se recomienda en estos casos es orientar a niños y adultos mayores que se abstengan de proporcionar información a personas desconocidas, concientizar a los jóvenes para que no apaguen los celulares cuando salen de su casa, tener instalada una grabadora para que, en caso de extorsión, se grabe la voz del delincuente y sirva como prueba ante las autoridades, pero, ante todo, mantener la cabeza fría para reducir la ventaja del delincuente. La clave del avance que tenemos para erradicar este delito es la comunicación entre ciudadanos y la corresponsabilidad para hacer lo que nos toca en caso de sufrir un caso de extorsión, en particular la denuncia.

* Directora del Instituto Pericial Judicial

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