Yesenia Barradas/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Mientras se escucha el rechinar de un duplicado de llave, Julián Elías Osorio refiere que su lugar de trabajo, ubicado en la avenida 10 casi esquina con Juárez, espacio que no supera los dos metros de frente por metro y medio de fondo, ha pasado por muchos cambios: “desde aquí he visto cómo ha cambiado la avenida 10 a lo largo de los años, igual que mi negocio”.

A sus  41 años, el veracruzano lleva más de la mitad de su vida dedicándose a la cerrajería, en total 26 años, un trabajo que no sólo le trae la satisfacción de ayudar a los demás y le da el privilegio de convertirse  por algunos instantes en el héroe de niños y familias enteras, sino que no es estresante ni pesado, por lo que para él es el trabajo ideal.

Noble labor

Con cada llave de 15 pesos suma el sustento diario de su familia, aunque en ocasiones se repone con trabajos a domicilio y de cerrajería automotriz, que se cobran en 250 pesos en promedio.

Hoy es el presidente de la Asociación de Cerrajeros de la Riviera Maya, con un trabajo consolidado que le ha permitido identificar la mayoría de las problemáticas por las que atraviesan sus compañeros.

Consciente de que unidos tienen mayor fuerza, la organización agrupa a más de 50 cerrajeros de la Riviera, quienes no ganan millones, sin embargo,  “un oficio tan noble como éste, no nos deja sin comer”, expresa.