Con la presión encima por el cierre del segundo periodo ordinario de sesiones, los diputados locales que integran la actual Legislatura tuvieron su semana más productiva hasta el momento desahogando iniciativas de urgente resolución, algunas de las cuales habían permanecido en la congeladora por varios años.

Los legisladores esperaron hasta la novena entrada para concentrarse en el bateo y lograron conectar dos hits legislativos que eran esperados por los espectadores quintanarroenses desde hace mucho, ya que los equipos de las anteriores legislaturas ni siquiera intentaron conectar esas bolas curvas.

En la primera sesión de la semana celebrada el lunes pasado, la fracción legislativa del PAN metió una iniciativa de reforma constitucional para permitir a las instituciones de educación superior libertad de autoorganización presupuestaria, de cátedra, de elaboración de programas de estudio y de elección de sus órganos internos de gobierno.

La exposición de motivos en tribuna corrió a cargo del diputado chetumaleño Fernando Zelaya Espinoza, quien cual bateador emergente saltó a impulsar esta iniciativa que tiene su sello, ya que fue una de sus propuestas de campaña.

Esta reforma, que si bien debería afectar a todas las instituciones educativas de educación superior, es un guiño directo a la máxima casa de estudios de la entidad, la Universidad de Quintana Roo, donde la posibilidad de convertirse en una universidad autónoma se concebía como un sueño lejano debido a que los gobernadores nunca quisieron soltar el control de la institución.

La aprobación de la reforma panista es casi un hecho, ya que la iniciativa fue bien recibida tanto por los diputados como por catedráticos y opinadores, por lo que estamos siendo testigos del primer paso para la transición de la UQRoo a una universidad autónoma, lo que es deseable a pesar de los riesgos que ello implica.

En la misma sesión el pleno del Congreso aprobó la creación de la Comisión de Arbitraje Médico, un añejo reclamo ciudadano que estaba en el limbo por pura desidia, ya que las legislaturas anteriores nunca le dieron la importancia debida.

Los diputados, con la única excepción de la bancada del Verde, la segunda más numerosa en el Congreso local, dieron su voto para que la Comisión vea la luz soportando las presiones políticas de algunas agrupaciones de médicos que no ven con buenos ojos la creación de este organismo.

Sin embargo, el Colegio Médico que preside en Chetumal el reconocido galeno Alfonso Rodríguez Jaramillo, el Ombudsman del estado, Harley Sosa Guillén, y hasta las autoridades de la Fiscalía –antes Procuraduría de Justicia– han manifestado en el pasado la urgencia de que exista este organismo autónomo integrado por profesionales de la salud a fin de contar con un árbitro capacitado para dilucidar controversias relacionadas con la praxis de la medicina.

En el último minuto de la novena entrada, antes de que la chicharra indicara el fin del periodo ordinario, los diputados dieron trámite a la aprobación de la reestructuración del aparato gubernamental que envió, en una bola recta y fácil de conectar, el gobernador Carlos Joaquín González.

Sin mayor problema y casi por unanimidad fue aprobada esta iniciativa que decreta el nacimiento de los institutos de Cultura y Artes y para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas, que se desprenden de la Secretaría de Educación y de la Secretaría de Desarrollo Social, además de que brinda mayores facultades a la Secretaría de Turismo y sectoriza el Archivo General del Estado y la Coordinación Estatal de Protección Civil a la Secretaría de Gobierno.

Tras varios meses de letargo en la que los diputados se enfocaron más en la lucha de poderes y el ajuste de cuentas que en la elaboración de leyes e iniciativas de impacto social, la legislatura “del cambio” puede presumir de que empieza a dar resultados anotando algunas carreras, lo que sin duda debe ser la tónica de trabajo, sobre todo de aquellos que aspiran a ser candidatos el año entrante.