Alejandra Galicia/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- “Martín” es un hombre corpulento, con estatura de 1.80 centímetros, labora como albañil y llegó al Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM) para denunciar un hecho de violencia familiar: tenía en el cuello y el rostro huella de los rasguños que le había provocado su esposa por una discusión que tuvieron. En el instituto recibió asesoría y se le invitó a traer a la mujer para trabajar en terapia psicológica en pareja. Sin embargo, nunca regresó.

Diana Laura Sánchez Camacho, encargada del área jurídica del IQM, comentó que los hombres no denuncian ser víctimas de violencia intrafamiliar por factores socioculturales. En los últimos ocho meses de este año, han llegado al instituto 19 hombres para asesorarse en divorcios voluntarios, consignación de pensión y abandono de hogar.

“Pégame para que te denuncie con provecho”, son las frases que una mujer violenta advierte, por ese motivo los hombres vienen por asesorías jurídicas e intentan prevenir caer en hechos de violencia, comentó Sánchez Camacho.

Lucía Guadalupe Delfín Canul, psicóloga del IQM explicó que las mujeres que practican violencia en contra de su pareja presentan bajos niveles de autoestima, la cual disfrazan a través de las agresiones y dominio de la pareja, además de querer romper el patrón de ser “dominadas”, convirtiéndose en agresoras.

La psicóloga mencionó que los hombres víctimas de violencia no denuncian por temor a ser catalogados de poco varoniles, ya que la educación que reciben desde la niñez debe ser de fortaleza, resistencia y muchas de las ocasiones estas ideas son inculcadas por la propia madre desde la niñez.

Indicó que la solución de la violencia de género es “enfrentar la situación”, y en el caso de las mujeres controlar las emociones e impulsos que la llevan a generar violencia, encontrar un empleo, recibir capacitación para desempeñar más habilidades y desarrollar autosuficiencia, buscar apoyo en la familia y evitar el enfrentamiento físico con la pareja.

En el caso de los hombres que son víctimas del maltrato doméstico, la psicóloga recomendó acercarse a instituciones de ayuda, romper el tabú y denunciar las actitudes violentas.