Lara Alfaro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En el estado trabajan sólo 14 psiquiatras que cuentan con la reglamentación adecuada para diagnosticar a los pacientes, esto quiere decir que uno de estos profesionales debe atender a 100 mil personas, cuando lo indicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 10 mil habitantes por especialista.   

Para Claudia Guille Mot Fuentes, secretaria técnica del Comité de Prevención del Suicidio, esto es una parte de las carencias que se viven en Quintana Roo para poder bajar la incidencia de suicidios.  

“Incluir la atención de pacientes psiquiátricos en el Hospital General de la ciudad es de vital importancia para poder trabajar con esta problemática, ya que no hay un servicio que los atienda para ser hospitalizados”, dijo en el auditorio de la Universidad La Salle, durante la clausura de las actividades relacionadas con el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. 

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En lo que respecta al área privada, señaló, sólo Hospiten y Amerimed los reciben, pero bajo condiciones de mucha exigencia, ya que tampoco tienen la infraestructura adecuada. 

El nuevo nosocomio de Cancún promete tener cuatro camas, lo que evidencia que habrá una larga lista de espera, indicó Enrique Avilés Aceves, coordinador de ciclos clínicos de la Universidad Anáhuac. 

“La Secretaría de Salud debe reconocer que el suicidio es un problema de salud público y que no deben alegrarse al anunciar un futuro servicio que sólo tendrá espacio para cuatro personas, esto indica que la situación no va a mejorar”, dice.

Dejar a un lado la imagen de hospital psiquiátrico donde se abandona al paciente es fundamental, recalcó Guille Mot Fuentes, ahora se busca que dentro de un Centro de Salud exista el área para estas atenciones.

“Los problemas mentales son como los de cardiología o gastroenterología, los nosocomios deben tener zonas con las respectivas medidas de seguridad, para que la persona también sea atendida por diversos especialistas”, afirmó. 

Los costos para tratamientos de esta índole, dijo, son muy altos y prolongados, una cama psiquiátrica se ocupa de siete a 21 días por paciente, además de ser pocos quienes van con un especialista, se redujo el esquema de medicamentos.