Javier Ortiz/SIPSE
Bacalar, Q. Roo.- Al menos dos de las viviendas que funcionaban como hostales, ubicadas sobre la avenida Costera, que fueron clausuradas la segunda semana del mes pasado por contravenir varios ordenamientos de preservación de la Laguna de los Siete Colores, ya se encuentran funcionando, en tanto solventan el resto de observaciones que les realizó el ayuntamiento.

Por su parte, los 12 hostales restantes presentan problemas para darle solución a las observaciones que les realizaron, principalmente en materia de tratamiento de aguas negras, ya que la mayoría de ellos, por su ubicación en zona alta, no cuentan con drenaje sanitario y tienen la obligación de tener biodigestores que eviten descargas de aguas negras en fosas sépticas, que generan a su vez filtraciones en el subsuelo.

La directora de Ingresos, Claudia Balam Güemes, quien tiene bajo su responsabilidad el área de Fiscalización, se negó a proporcionar información sobre las observaciones que subsanaron las viviendas que ya se encuentran funcionando; sin embargo, se pudo conocer que dos viviendas cercanas al primer cuadro de la ciudad y que cuentan con servicio de drenaje sanitario, pero no se habían conectado, ya lo hicieron y por lo tanto, ya se encuentran brindando servicio de hospedaje.

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El negocio de las posadas 

En el Pueblo Mágico se cuenta con al menos 30 viviendas que en temporada vacacional funcionan como centros de hospedaje familiar, algunas de ellos, ubicadas sobre la avenida costera. Sus tarifas oscilan entre los 600 y dos mil 500 pesos por noche, dependiendo las comodidades que ofrecen.

Dentro de la ciudad, se pueden encontrar cuartos hasta en 150 pesos la noche, y constan sólo de una cama y un ventilador, lo que se ha convertido en un negocio para varias familias que construyen cuartos con este propósito, ya que en temporada vacacional se registra alta demanda, principalmente por familias numerosas.

No obstante, para el sector hotelero de la cabecera municipal, representan una competencia desleal, de acuerdo con David Martínez Sánchez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Bacalar, debido a que no dejan ninguna derrama económica para el sector, ni beneficio para la ciudad, además que se desconoce las medidas de seguridad e higiene que tienen.